El Ayuntamiento de Vitoria cuestiona la higiene de una residencia y sus dueños exigen una rectificación
Un informe alerta de la presencia de «insectos y animales indeseables», mientras el centro replica que varios fallos notificados «no son reales»
Un informe del departamento de Salud del Ayuntamiento de Vitoria alertó en junio de una serie de «deficiencias en la higiene» de una residencia de ... mayores del Casco Viejo. En concreto, en la que está situada en la plaza de la Burullería, y cuya gestión es privada. La resolución firmada por la concejala Ana Rosa López de Uralde (PSE) advierte de la «presencia de insectos u otros animales indeseables» (sin definir cuáles), y de diversas carencias en el «lavado de manos».
En la inspección realizada por los técnicos municipales el pasado 2 de junio también afloraron otras cuestiones relacionadas con la adaptación del servicio a los usuarios. El informe asegura que «no se toman las medidas necesarias para evitar que los menús dirigidos a personas con alergias contengan sustancias que pueden causarles daño». De manera similar, el documento subraya que se encontraron «productos caducados», porque la distribución de las cámaras «no permite su identificación».
El escrito detalla cuestiones de gestión y de control de la elaboración y manipulación de los alimentos, donde observa que el día de la visita había «cajas de alimentos apoyadas directamente en el suelo» (al parecer se trataba de cajas de leche) y que los trabajadores «no disponen de información sobre la presencia de alérgenos», además de asegurar que «los vegetales que van a consumirse crudos no se limpian ni desinfectan».
La responsable de la residencia, Mari Mar Serna, rechazó este martes de plano estas deficiencias y aseguró a este periódico que el contenido del informe «no es real» en algunos de sus puntos, en los que pide una «rectificación» de los mismos al Ayuntamiento. «Me señalaron algunas correcciones y me dijeron que no eran graves, pero en la carta que me mandaron después se añadían más cosas», afirma la propietaria, quien asegura que no ha tenido contacto con el Consistorio» desde que recibió aquella comunicación. «Me dijeron que revisarían las medidas en cuatro meses y todavía no han venido», apunta.
No obstante, el equipo de gobierno puntualizó después que se trata de «deficiencias de riesgo bajo», y que se envió un «requerimiento» para «subsanar» esas faltas. «Pasados cuatro meses, se realizará una nueva inspección para comprobar que se ha corregido», concluyó.
Por otra parte, EH Bildu, que hizo público el informe, pidió «reforzar los controles para revertir estas situaciones y evitar que supongan un riesgo para la salud». «Hay un informe muy grave», subrayó la portavoz Rocío Vitero, quien culpó de forma directa al gobierno municipal (PNV-PSE) por el «modelo de cuidados que defienden».
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