Álava sancionará al udaleku de Bernedo por ocultar su actividad durante décadas

Así lo comunicó este lunes el diputado general, Ramiro González, en las Juntas Generales. Ahora queda por ver qué tipo de sanciones se imponen, pues este expediente tendrá que superar un proceso en el que la organización podrá presentar alegaciones. El máximo dirigente foral no concretó de qué manera se puede castigar a los organizadores de los udalekus, pero este periódico ya publicó que estos «incumplimientos graves de obligaciones» incluso pueden desembocar en la suspensión de su actividad «sin fecha», es decir, de manera definitiva.

González respaldó punto por punto la versión que hace tres semanas aportó la titular foral de Cultura, Ana del Val (PSE). Insistió en que la administración ignoraba hasta el 15 de septiembre la «existencia» de esta actividad y que, además, lo conocieron tras la denuncia de una madre que comunicó la traumática experiencia que había vivido su hija. «No ha estado nunca inscrita en la Diputación de Álava ni fue comunicada al Departamento de Juventud. Se trataba de una actividad desconocida», subrayó.

En un primer momento se aconsejó a esta madre que contactara con los organizadores por tratarse de una iniciativa privada y días después, cuando el asunto ya había trascendido a la Prensa, se le explicó que lo conveniente era que elevase su denuncia a la Ertzaintza. «Desde el primer momento, la prioridad del departamento fue atender a las familias, conocer de primera mano la situación generada en el udaleku y dar respuesta con responsabilidad institucional», alegó Ramiro González.

En cualquier caso, esta resolución administrativa llega después de que numerosas voces hayan cuestionado la pasividad de las instituciones por lo que ha sucedido en Bernedo durante años. Unas críticas en las que abundó el grupo juntero del PP, que había solicitado la comparecencia del líder jeltzale. «Me gustaría saber quién asume la responsabilidad de estos errores, ¿usted o la diputada de Cultura? Porque aquí hay responsables de unos errores muy graves», cuestionó la popular Ana Salazar, a lo que el máximo responsable del Ejecutivo foral contestó recordando que algunas de las últimas denuncias registradas corresponden al último periodo en que el PP estuvo al frente de la Diputación, entre 2011 y 2015.

González evidenció que no fue hasta que este periódico publicó las primeras informaciones cuando Álava se puso en contacto con el resto de las diputaciones para conocer si previamente habían registrado incidencias sobre el controvertido campamento. Y así fue. El asunto había recaído en mayo en el Juzgado de Instrucción número 3 de Vitoria, medio año después de que una educadora de un centro de menores tutelados de Gipuzkoa presentase la primera denuncia en una comisaría de Zarautz. No existió, en definitiva, comunicación entre las administraciones forales y la falta de medidas permitió que este verano se volviese a celebrar la actividad en Bernedo.

El diputado general no quiso entrar a valorar su tramitación judicial, pero reconoció que hay que «mejorar la coordinación entre las instituciones». No sólo eso. También consideró que toca desarrollar la Ley de Juventud de Euskadi, de 2022, para reforzar el control sobre ellas. Y es que, de momento, la supervisión de las colonias se rige de acuerdo a un decreto que tiene 40 años, de 1985.

«¿Qué se puede hacer para mejorar esta situación?», se cuestionó González. Entre los cambios previstos se incluye que las principales administraciones vascas se reunirán cada 15 días para atender todas las incidencias que depare el sistema de ocio infantil. Una medida que se convertirá en permanente y que tiene como objetivo reforzar la vigilancia sobre los campamentos destinados a menores.