Álava despierta al 'birding'

Al tiempo que Euskadi empezaba hace un lustro a promocionar el turismo ornitológico por las diferentes ferias, la Diputación alavesa había realizado una encuesta a los usuarios de sus parques naturales y uno de cada tres (el 34%) aseguraba que los visitaba para disfrutar de su flora y fauna. Otro estudio determinaba que el amor por el 'pajareo' no era cosa sólo de guiris. Más de la mitad de los aficionados a la observación de aves que elegían Euskadi para sacar punta a sus prismáticos eran oriundos de la propia comunidad autónoma, el 31% procedía de otros puntos del Estado, con Madrid y Andalucía a la cabeza, y un 12% eran eso sí extranjeros, procedentes de Francia y Bélgica sobre todo.

«Álava tiene la peculiaridad de encontrarse en la zona de transición atlántico mediterránea. Esto permite encontrar un número de especies muy alto en un territorio muy pequeño», explica el biólogo y gestor de los parques naturales Jonathan Rubines. Unas doscientas especies de aves, puntualiza Gorka Belamendia, desde el Centro de Estudios Ambientales (CEA). Según su experiencia, los observatorios de Salburua, los utilizan sobre todo aficionados a la ornitología locales, pero también se dejan ver madrileños, catalanes o andaluces que quieren ver aquí la fauna que es más difícil observar más al sur.

Más o menos es lo que se refleja también en el 'hide' de Joseba Markinez. Tras el lapsus de la pandemia, comienza a recuperar el flujo de 2019 de familias enamoradas del ecoturismo por un lado y de amantes de la fotografía de aves por el otro. «No todo el mundo está preparado para pasar horas quieto hasta poder hacer la fotografía que quieren». En su caso, su refugio es perfecto para ver en acción a una pareja de águilas reales que habitan en los roquedos de Valderejo.

Las rapaces son las reinas de todos los parques, aunque en Izki la estrella absoluta es el pico mediano, un gracioso pájaro carpintero, muy escaso en el resto de la península. «Los bosques de este parque natural albergan seis de las siete especies de pájaro carpintero ibéricas», puntualiza Rubines. Empresas como Augur Nature y Fauneando tienen 'hides' o escondites fotográficos en la zona, pero además cuentan con guías de aves. También Naturing fomenta este tipo de actividades con rutas de 'bikebirding' (ir a ver aves en bici eléctrica) por la Montaña Alavesa.

Y hay más cosas aladas que dan fama a Álava en este despertar al 'birding'. Por ejemplo, es uno de los pocos territorios de la península donde el ánsar común (ganso) se reproduce. Y Salburua es uno de lo lugares elegidos para poner el nido. En las colas del embalse de Ullibarri-Gamboa el espectáculo más hermoso es el del cortejo reproductor de somormujo lavanco que llega en grandes bandadas en primavera.

En las lagunas de Laguardia pueden verse martinetes o garzas reales; en las Sierras meridionales (Toloño-Cantabria-Codés) conviven el abejero europeo, el carbonero palustre con el búho real. La Sierra Salvada es hábitat de especies como el alcaudón dorsirrojo, el torcecuello, los escribanos cerillos y los bisbitas alpinos... En cada uno de los siete espacios para este tipo de ecoturismo hay oficinas de información. Si algún día el 'birding' es tendencia en turismo, Álava está más que preparada.

Así suenan algunas de las aves que surcan los cielos alaveses. Los sonidos han sido captados por SEO Birdlife.