Álava creará cooperativas de vecinos para que se autoabastezcan con energía solar
La Diputación impulsa en seis pueblos, uno por cuadrilla, esta iniciativa pionera para generar electricidad propia y asegurar el 100% del consumo doméstico
De toda la energía que se consume en Álava, solo el 7% se genera en el territorio. Esta cifra debe crecer en los próximos años ... para «mitigar» el cambio climático. Y con ese propósito, y tal como adelantó EL CORREO en noviembre, la Diputación pone ahora en marcha un proyecto «pionero» con el fin de empezar a crear cooperativas de vecinos en las diferentes cuadrillas, sin incluir Vitoria por el momento, para que generen su propia energía solar fotovoltaica y asegurar así el 100% del consumo doméstico de electricidad. Cada grupo ciudadano estará formado por entre 300 y 500 personas o familias que, en parcelas de una hectárea –el tamaño aproximado de un campo de fútbol–, construirán pequeños parques solares o 'ekiolas' con potencias entre uno y cinco megawatios.
«Estas personas serán los propietarios, productores y consumidores de esa energía solar 100% verde, local y cercana», ha explicad Jon Berbel, director general de Krean, ingeniería de la Corporación Mondragón que da el soporte técnico al proyecto y que en Álava también participa en los dos grandes parques solares: Ekian, en Arasur, con 67.200 paneles sobre una extensión de 55 hectáreas y que ya está en funcionamiento, y Ekienea, en Armiñón –250.000 paneles y 200 hectáreas–, en fase de proyecto.
El diputado de Medio Ambiente, Josean Galera, ha reconocido este miércoles la envergadura de ambas infraestructuras –casi cien millones de euros de inversión entre ambos– pero no restó importancia a las 'ekiolas'. Más bien todo lo contrario. «Porque esta iniciativa supone apostar por un nuevo concepto de energía democrática, de implicar a la ciudadanía en el consumo de una energía 100% renovable, de kilómetro cero y contribuir a la mejora del medio ambiente».
Cada parque, 25 años
La inversión que haga cada cooperativa, aún por cuantificar en función de la potencia instalada, se amortizará en un plazo de siete a diez años y las instalaciones tendrán una vida útil de, al menos, 25. Los resultados revertirán en la facturas eléctricas –se prevén ahorros «importantes»– y cada cooperativista podrá comprobar anualmente el impacto de ese pequeño parque solar comunitario, no sólo en términos económicos sino también medioambientales «o de generación de riqueza para el entorno».
La Diputación confía en que para final de este 2021 ya se hayan creado tres cooperativas y poner las bases para la generación de energía propia y así depender menos de fuentes externas. Esta misma semana responsables forales comenzarán a tener las primeras reuniones con alcaldes y presidentes de las juntas administrativas de los diferentes municipios alaveses para trasladarles los detalles del proyecto. Y en una segunda fase, a mediados de marzo, serán ya los vecinos quienes conozcan la iniciativa.
«Vamos a hacer partícipes a los ciudadanos y que ellos sean los dueños y gestores de la energía que consumen», ha añadido Iñigo Ansola, director general del Ente Vasco de la Energía (EVE), el tercer agente implicado en la puesta en marcha del proyecto. «Entre todos debemos conseguir un mix energético lo más limpio y sostenible posible» a través de diversas fuentes como la solar fotovoltaica, la eólica «pero también la geotermia o la biomasa», ha apuntado.
La Unión Europea pretende que en 2030 el 32% de la energía sea renovable y Euskadi, recuerda Ansola, también apuesta por favorecer los sistemas de autoconsumo como las 'ekiolas' alavesas. Para ello «hay que aunar esfuerzos públicos y privados y se necesita el compromiso ciudadano», concluye Berbel.
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