Álava adjudica la planta que convertirá 23.000 toneladas de residuos en abono
El consejo de Gobierno de la Diputación alavesa adjudicará mañana el contrato de 33 millones para la construcción y explotación
Luz verde para uno de los proyectos más significativos de la legislatura foral. Según puede adelantar ELCORREO, el consejo de Gobierno de la Diputación aprobará ... mañana la adjudicación del contrato de 33 millones de euros para la construcción y explotación de la nueva planta de tratamiento de residuos orgánicos situada en el entorno de Margarita, que se denominará KonpostAraba. Una infraestructura que aspira a convertir cada año 23.000 toneladas de estos desechos en fertilizantes para la agricultura y los jardines, y así cubrirá el servicio de su predecesora situada en Júndiz, que no es suficiente para cubrir los objetivos de desarrollo sostenible y los mandatos de la UE de economía circular.
Se levantará sobre una parcela de 30.000 metros cuadrados en el polígono industrial más grande de Euskadi y por la que la Administración foral ya pagó 3,4 millones. Si no existen recursos a la adjudicación, está previsto que las obras se ejecuten en quince meses, con lo que podría estar lista para finales de 2026.
Los pabellones contarán con placas y tratamientos frente a los olores, además de reciclaje de aguas
Allí no sólo llegará aquello que se introduzca en los contenedores marrones de cada rincón de Álava, sino también restos de poda. Los desechos recibirán un primer tratamiento antes de pasar a los túneles de fermentación, donde reposarán cuatro semanas y los lixiviados –es decir, el líquido que desprenden– se recogerán en contenedores especiales para regar de nuevo el compost. De ahí pasarán a unos pabellones de maduración, donde se secarán y se empaquetarán para abonar los campos y jardines del territorio histórico. Esas naves contarán con circuitos de reciclaje de aguas, placas fotovoltaicas y sistemas para el control de olores.
En una primera fase está previsto que la planta trate anualmente 13.000 toneladas de materia orgánica, pero a medida que coja experiencia e inercia será capaz de llegar hasta las 23.000 toneladas que después se comercializarán. Sin embargo, el gran beneficio de este proyecto es que servirá para avanzar en una de las asignaturas aún pendientes de los alaveses a la hora de reciclar. También hay que tener en cuenta que la cantidad se incrementará ante la previsión de implantar sistemas de recogida selectiva en todas las localidades del territorio alavés.
Con fondos de la UE
De momento, y pese a las continuas campañas y medidas, más de la mitad de los restos de comida que se desechan a diario acaban en la bolsa de resto y, por lo tanto, en el contenedor gris. Mezclados resulta complicado separarlos y lo poco que se selecciona no tiene calidad suficiente para ser reutilizado como abono de campo. Por lo tanto, acaba en el vertedero de Gardélegui. Para aumentar la concienciación de la ciudadanía en relación a la gestión de estos residuos, la planta permitirá en el futuro la visita con fines educativos.
Esta actuación está contemplada dentro del programa de infraestructuras del Plan de Prevención y Gestión de Residuos Urbanos de Álava (2017-2030). La construcción está financiada con un millón de euros por la Unión Europea a través de los fondos Next Generation y su plan de recuperación, transformación y resilencia.
Júndiz, el nuevo referente del reciclaje del territorio
Además de KonpostAraba, la Diputación quiere poner en marcha un centro de gestión de voluminosos. Después de un primer concurso que quedó desierto, el Gobierno foral reactivó hace pocas semanas el proceso de licitación. Tendrá capacidad para gestionar hasta 6.400 toneladas de residuos al año. Sobre esa cifra, 5.700 se reciclarán y el resto se espera reutilizar. El presupuesto que maneja la Diputación es de 6,2 millones, de los que 1,8 procede de la Unión Europea.
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