Adif refuerza la línea Burgos-Vitoria para absorber mercancías como red ajena al AVE
El gestor estatal ejecuta en el trazado labores de mejora, con Júndiz como nodo, para que los trenes pasen del ancho ibérico al europeo de la 'Y' vasca
Los trabajos para desplegar el pasillo de la Alta Velocidad ferroviaria entre Burgos y Vitoria no se espera que arranquen hasta bien entrado 2025. Serán ... 101,3 kilómetros desde la capital castellana hasta su entrada soterrada en la estación de la calle Dato. Y entre un punto y otro solo circularán trenes rápidos de pasajeros. Porque este nuevo corredor, como se acordó en 2018, no tendrá un uso mixto sino que el actual va a ser el encargado (ya en la próxima década) de absorber el transporte de contenedores. A partir de ahí, surge la pregunta, ¿qué plan tiene Adif para mejorar el trazado?
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De los más de cien kilómetros (tanto del convencional como del futuro de alta capacidad) apenas veinte kilómetros transcurren por Álava. Así que el grueso de las mejoras a pie de vía se concentran en la provincia vecina. Pero aquí, en Vitoria, es donde va a estar el nudo vital para que los trenes que circularán por el ancho ibérico transiten sin interrupción hacia una 'Y' vasca en ancho internacional que sí tendrá uso mixto (pasaje y carga).
El polígono incorporará ese tercer hilo que va a permitir la circulación ininterrumpida; será, de hecho, el primer nodo logístico que estará preparado con esa infraestructura dual. Las obras en la intermodal alavesa se encuentran aún «en fase preliminar», pero Adif asegura que se cumplirán los plazos -la referencia es 2030-. Encima de la mesa hay una inversión de 27,5 millones de euros de los que más del 66% (18,2) se ejecutarían con los presupuestos del Estado de 2023.
Las obras se han estructurado en, al menos, dos fases. En la primera se incorporará el ancho doble en cuatro vías. Una solución que se irá extendiendo a toda la red, que soportará sin problemas convoyes de 750 metros de longitud. Júndiz será también clave en la red de autopistas ferroviarias el traslado al tren de contenedores para reducir su transporte por carretera, así que la entidad estatal incide en la instalación de varias grúas pórtico para manipular los contenedores.
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Esas son, en trazo grueso, las intervenciones más destacadas que se están acometiendo (o acometerán) en Júndiz. Pero el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias sostiene que prepara el actual corredor «desde hace años» para ese futuro sobre todo carguero; para «garantizar la disponibilidad de la infraestructura y la fiabilidad de las circulaciones en este tramo» de la red de ancho convencional, que forma parte de la línea Madrid-Hendaya. Y descontado su proyecto más ambicioso, el de Júndiz, pone el foco en Burgos.
Puentes, trincheras y túneles
Aquí destaca el tratamiento de puentes sobre la línea del ferrocarril en las estaciones de las localidades de Calzada de Bureba y Quintanapalla. Son, en realidad, actuaciones de refuerzo, trabajos de acondicionamiento para mejorar su conservación. Como la rehabilitación de la vía en todo el ramal de Villalonquéjar, o en la propia estación de la capital, Rosa Manzano, «que presenta un alto tránsito de mercancías en toda su red de vías secundarias».
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Retirada de materiales, limpieza y colocación de mallado definen su línea de acción para reforzar las trincheras en los tramos de Quintanapalla y Santa Olalla, pero también en los de las localidades alavesas de Manzanos y Nanclares. Al acondicionamiento de las catenarias entre Villafría y Miranda, Adif suma las explanaciones y sustituciones de carriles que se han realizado en Pancorbo, uno de los puntos de mayor dificultad. Su intrincada orografía obliga hoy a los trenes a reducir su velocidad a no más de 105 kilómetros por hora cuando en el resto es factible alcanzar el máximo de los 160.
Trabajos ya ejecutados a los que se suman mejoras en las subestaciones eléctricas -las que reciben la energía del suministrador y la canalizan hacia las vías- en al menos siete puntos (Bujedo, Miranda, Pancorbo, Briviesca, Calzada de Bureba, Castil de Peones y Piedrahita de los Juarros).
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Adif subraya que no todo queda ahí. Que a futuro tiene proyectadas otras intervenciones como la ampliación de apartaderos para el estacionamiento de estos trenes de casi un kilómetro de longitud; una fórmula «que beneficia la operatividad de las mercancías», subraya. Los más inminentes se acometerán en Quintanapalla y Briviesca. A ello se unirá la suspensión de diferentes pasos a nivel. En Burgos, el de Miranda y en Álava, el de Manzanos (ya hay acuerdo con la Diputación Foral). En redacción está el proyecto para renovar uno de los túneles de la Brújula (entre Quintanapalla y Santa Olalla). Y en diferentes estaciones, Adif proyecta la sustitución de la tradicionales traviesas por otras sintéticas, con una vida útil de medio siglo.
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