Abortan dos motines en la misma noche en un centro de menores de Vitoria

Hasta ocho patrullas de la Policía autonómica irrumpieron en las instalaciones. En el incidente más relevante «hubo que utilizar la fuerza», deslizan fuentes internas de este cuerpo. Tras cuatro días de encierro, la temperatura ambiental parece ser que se disparó anoche. La gota que colmó el vaso de algunos chavales fue, según ha podido saber este periódico, «una ventana abierta que se les pidió que cerraran».

La ya tensa convivencia saltó por los aires, el personal del centro foral se vio incapaz de contener a todos los alborotadores y se produjo la llamada de auxilio al 112. En su primera aparición, los uniformados devolvieron la calma con su sola presencia y advertencias verbales.

Sorprendió entre los agentes «la falta de mascarillas, guantes y demás protecciones» entre el personal del complejo. Al parecer, sólo dos trabajadoras iban protegidas «cuando hay al menos tres chavales con síntomas de poder estar contagiados por el Covid-19», reflejaron. De hecho, hubo una comunicación a SOS Deiak en este sentido para que se realice algún tipo de seguimiento.

A continuación, poco antes de la segunda intervención, los ertzainas pararon en la calle a un hombre. Pertenecía a la plantilla de Bideberria y se dirigía a su casa antes de tiempo al presentar síntomas compatibles con el coronavirus; fiebre y tos seca. Es «el tercer trabajador» de este centro que ha causado baja por enfermedad desde el inicio de esta crisis sanitaria. No hay constancia oficial, de momento, de ningún positivo en Bideberria. Ni en la plantilla ni entre los menores.

En la segunda visita de la noche, los ertzainas sí se vieron obligados a utilizar la fuerza ante la violenta resistencia que se encontraron en el interior de esta instalación foral. Algunos de estos menores son «conocidos» por los patrulleros por su vinculación con «delincuencia de bajo rango».Desde la Diputación admitieron los altercados, aunque los circunscribieron al módulo I.

«Ese sitio va a estallar en cualquier momento», cuentan medios internos de la comisaría de Portal de Foronda. «Lo que nos encontramos allí no es normal. Varios chicos tosían y estaban febriles. Ponen en riesgo al resto de sus compañeros, que por eso se revuelven, y a la plantilla».