900 euros por trabajar en una ambulancia

Armados con bocinas y megáfonos, los trabajadores de las contratas que gestionan el servicio de ambulancias en la provincia de Álava trasladaron ayer su indignación por las «condiciones laborales precarias» del sector y la «situación extrema» de diez compañeros de una de las empresas, cuyas nóminas entregaron a los viandantes. Porque el salario que perciben los sanitarios de esta compañía cada mes «es de 900 euros, turnos de noche y fines de semana incluidos», denunció Rubén Espino, del sindicato ELA. En el caso de los conductores, suben sólo 100 euros.

La denuncia de la precariedad en este sector «es histórica», recordó Espino, achacándolo a la política de subcontratar el servicio. Pero a estos trabajadores de la UTE Larrialdiak-Eulen «se les aplica el convenio estatal, son los únicos con los que se hace eso. Y supone una precariedad total, están en la peor situación posible», denunció el representante de ELA. Los intentos de mejorar esta situación «han chocado con la negativa de la dirección de la empresa, que les ha quitado incluso las mejoras que tenían de su anterior empresa», agregó.

Espino explicó que frente a esta situación «el Gobierno vasco dice que no es su labor», y ante la imposibilidad de hacer una huelga -al ser un servicio de urgencias no pueden recurrir a esa medida de presión- optaron por esta movilización frente a la dirección territorial del Departamento de Salud del Gobierno vasco que dirige el peneuvista Jon Darpón.

Profesionalidad

Ellos no descartan nuevas concentraciones para lograr sus objetivos, así como para reclamar un convenio autonómico para el sector. «Ahora mismo hay una mesa de negociación, pero no es de recibo que una de las piezas más estratégicas de la sanidad, el sector de emergencias, se encuentre en esta situación. Esto sólo sale adelante por la profesionalidad de los trabajadores», recalcó el portavoz sindical.