Ciclistas y peatones avisan de la peligrosidad del cruce donde fue arrollado Asier
Admiten que el punto donde se produjo el siniestro es un «foco de infracciones» y apuntan a la frecuencia de los semáforos y al diseño del carril bici como posibles causas
Daniel González
Jueves, 12 de mayo 2016, 01:01
La noticia del fallecimiento del ciclista que fue arrollado por el tranvía el día 3 ha supuesto un mazazo para quienes transitan a diario por la intersección que conecta la Avenida de Gasteiz con Beato Tomás de Zumárraga. Y al dolor por este trágico suceso se une la convicción tanto de ciclistas como de peatones de que el cruce es uno de los puntos negros de Vitoria por su peligrosidad. No en vano, los integrantes de ambos colectivos consultados por EL CORREO aseguran que en la zona las infracciones están a la orden del día, y culpan de ello al exceso de tráfico en esta arteria, la frecuencia semafórica y el peculiar diseño del bidegorri. Unos factores que, unidos, invitan a la gente a bajar la guardia y cruzar antes de tiempo.
Eduardo reside en un portal cercano, y sabe bien que en este punto «los ciclistas no respetan ni los pasos de peatones, hacen lo que quieren». Esa actitud le hacía temer un desenlace así. «Antes o después iba a pasar algo, esta zona tiene mucho tráfico y hay bastante riesgo», admite con tristeza ahora que esto se ha convertido en realidad. Porque cada día ve un gran número de infracciones de ciclistas que le hacen ser tajante. «Igual habría que ser un poco más duro con las bicis», valora, confiando en que ello puede ayudar a evitar una nueva tragedia.
Pero su crítica va más allá, y se incluye en el grupo de los infractores. «Los peatones también nos saltamos los semáforos para cruzar, igual cuando vamos justos de tiempo», asume. La frecuencia de la luz verde es, a su juicio, la responsable. «Para cruzar igual tienes que esperar unos cinco minutos en los dos pasos, es lo que tardo cuando voy con mis hijos. Y me dicen aita, este pasa», añade con frustración. A la vista de todo ello, este vecino ve complicado poder evitar esa peligrosidad. «Es una zona muy conflictiva, se juntan los peatones y las bicis con los coches y el tranvía», valora con impotencia.
Por su parte, Begoña Zárate insiste en que para cruzar por ahí en bici «hay que fijarse mucho, y a veces no ves bien». Lleva 18 años desplazándose por la ciudad sobre las dos ruedas todos los días, y vigila bien todos sus movimientos. Y cuando debe pasar por esta zona, extrema precauciones, ya que el carril bici se mete dentro de las vías del tranvía. «Ahí tienes un ceda el paso, y hay que mirar por dónde van los convoyes», recomienda. Pero a veces se llega a apurar el tiempo o se va demasiado prisa, aunque otras veces el propio ciclista «puede sufrir una caída en el momento que frena».
Piden pivotes luminosos
Ella no esconde su dolor por este suceso. «Es algo muy fuerte, y era bastante joven». Por ello, su deseo es que no vuelva a suceder algo así, y para ello reclama más medidas de seguridad. «Ya tienen la señal luminosa ahí, pero en Sancho el Sabio o en el centro hay pivotes que se iluminan en rojo cuando se acerca. Y aquí no los han puesto», avisa, consciente de que por la altura a veces es difícil ver la señal de alerta. «Si los ponen lo veremos mejor».
Y Maruis, otro ciclista, recuerda que en este punto «hay que tener mucho cuidado». Su mirada se clava en el bidegorri, en el que echa en falta «más espacio para parar con la bici», pero sabe que todo depende de extremar precauciones. Más aún cuando el semáforo «apenas está verde unos 15 segundos» y hay días «en los que esperas hasta cinco minutos, agobiado, a que cambie».