La pasarela de El Corte Inglés entrará en funcionamiento el próximo mayo

Sólo los operarios pueden traspasar por ahora las puertas provisionales instaladas en la primera planta de El Corte Inglés que conducen al esqueleto de la pasarela que conecta el edificio con la plaza de Abastos. Ellos se afanan en la puesta a punto de la estructura metálica, implicados al máximo para cumplir los plazos marcados. Una tarea que está dando sus frutos, ya que en esta fase no hay ningún retraso en el plan de obra. EL CORREO accedió ayer a esta zona restringida para comprobar de primera mano la buena marcha del proyecto. La obra encara ya los últimos retoques con la aplicación de la pintura protectora al armazón metálico, el paso previo a encargar los cristales a medida que la cubrirán.

Así, las previsiones que barajan desde esta gran superficie es abrirla al público el próximo mayo. «Se está cumpliendo el calendario, el clima está respetando bastante, y nuestra idea si sigue como hasta ahora es que para mayo esté concluido», dicen fuentes de la empresa.

Si desde abajo puede parecer pequeña, una vez dentro sorprende su amplitud de paso. La estructura ya da pistas de la impresionante vista panorámica de la plaza de Santa Bárbara que tendrán quienes la crucen. Pese a estar cubierta por una red de protección, ayer podía verse sin problema el mercado de agricultores y a los viandantes.

Distintas fases

Muchos de ellos aprovecharon para alzar la vista y dar un repaso a la evolución de la obra. Los anclajes en la pared de ladrillos se detectan a simple vista, y el suelo luce, de forma provisional, con una capa de cemento. Pero en breve ese aspecto cambiará. La evolución es evidente. Tras la primera fase, en la que se montó el armazón metálico, se elevó la pasarela hasta conectarla a los dos edificios. «Ahora la estructura ya está completa, y se encuentra en la fase de pintado», explican desde El Corte Inglés. Mientras la estructura va asentándose y «una vez que ocurra eso, se tomarán las medidas exactas para encargar los cristales, que es la siguiente fase. Deben hacerse al milímetro», recuerdan. Cuando ya estén en Vitoria, se iniciará la última de las etapas. Junto al acristalamiento se acondicionará la iluminación, se cubrirá la parte metálica y se pondrá el suelo definitivo. Será entonces cuando se abra al tránsito y conecte la planta de señora con el departamento de deportes ubicado en Abastos.

Ambos complejos se beneficiarán del flujo de clientes. «Será el hito final de este gran proyecto», insisten. Los trabajadores de los dos espacios siguen con ilusión los avances. «Ha generado mucha expectación, es una gran estructura -17 metros de largo, 4 de ancho y 3 de alto- y todos estamos con ganas de que se materialice ya y podamos utilizarla».