«Es una agresión homófoba muy cruel, le deja sin ningún recurso»
El vitoriano que ha acompañado al joven al que su padre expulsó de casa por ser homosexual reclama un protocolo para que se aborden estos casos
Daniel González
Jueves, 17 de marzo 2016, 23:16
Cuando Eneko recibió en noviembre la llamada desesperada del joven de 21 años al que su padre había expulsado de casa por ser homosexual, supo ... que tenía que hacer todo lo posible por ayudarle. «Me explicó que se había quedado en la calle, y me preguntó qué se podía hacer, si existía algún recurso en Vitoria al que podía ir Estaba perdido después de haber sufrido esta agresión», recuerda este vitoriano. Porque él tiene claro que la acción del progenitor del afectado «es una agresión homófoba muy cruel, esa persona le deja sin ningún recurso, desvalido. Le deja a la intemperie».
En esos primeros momentos, ambos charlaron sobre lo ocurrido. «Transmitía inseguridad, se encuentra en la situación de quien ha sufrido homofobia en el ámbito familiar. No era fácil, es un tema del que resulta complicado hablar. Su mayor preocupación en esos momentos era su futuro», traslada, apuntando además al fuerte impacto afectivo. El joven le puso al tanto y Eneko encontró ese mismo día una familia que le acogiera, «para que no se quedase en la calle». Una vez solucionada esta cuestión, él recurrió a sus contactos para gestionar una cita con los Servicios Sociales, «porque considero que es el mejor camino para que encuentre ayuda».
Pero allí chocó con la burocracia. La trabajadora social le pidió una documentación que le era imposible reunir, y la falta de estos papeles bloqueó la posible ayuda. Desde su conocimiento de este trabajo, Eneko no cree que la forma de abordar la primera cita haya sido incorrecta. «Los Servicios Sociales son duros, el planteamiento de que acogen a todo el mundo y son un coladero no es cierto. Tienes que dar mucha información, y no es un recorrido fácil. Lo que pasa es que desde el principio no se ha considerado que fuera una agresión, porque no existe un protocolo para estos casos».
Homofobia «desconocida»
Este tipo de homofobia aún es bastante desconocida. «El ámbito familiar es cerrado, lo que ocurre en casa se queda allí», apunta. De hecho, es muy difícil de detectar. «Cuando un joven, o una mujer, está en casa sufriendo esa homofobia, igual no es capaz de ponerle nombre. Pueden ser los comentarios o las formas Incluso se puede dar cuando el que la sufre no es homosexual, si su familia cree que lo es», añade, consciente de que puede haber más casos. De ahí que él apueste por la elaboración de un protocolo para estos casos «que evite que estas víctimas sigan sufriendo la homofobia». Con la denuncia pública de anteayer, «estos recursos están buscando una solución». El propio afectado apuesta por ello. «Desde el principio él transmite que esto no le ocurra a nadie más».
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