Imagen de la calle San Viator, que completa el diseño en la zona.

El polémico diseño para bicis se extiende a la calle San Viator

El Ayuntamiento continúa en esta arteria los trabajos para pintar en la calzada un carril para ciclistas similar al de Argentina pese a las críticas del nuevo modelo

Daniel González

Martes, 8 de marzo 2016, 01:04

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El polémico diseño que el Ayuntamiento ha implementado en la calle Argentina para incorporar un carril bici a la carretera desplazando la zona de aparcamiento a la mitad de la calzada se extiende ahora a San Viator. Los operarios pintan ya sobre el asfalto las líneas que delimitarán cada una de las zonas de paso, y la obra incluye también dos pasos de cebra elevados, así como el carril para que los pasajeros de los coches puedan bajarse tras aparcar. Y estos trabajos han sorprendido a los vecinos y a los padres de los colegios San Viator y Luis Dorao. Muchos no entienden por qué se continúa con un diseño que ha suscitado numerosas críticas al suprimir parte de los huecos para aparcar y elimina un carril.

Para Alba los nuevos trabajos son difíciles de entender. «Es una faena, ahora sólo hay un carril y se forman muchos atascos, no puedes parar en doble fila», recuerda. Ella sabe que los problemas van a multiplicarse cuando se implanta de forma definitiva el diseño en la calle San Viator, ya que para poder encontrar hueco para recoger a su pequeño de dos años tienen que llegar veinte minutos antes de que salga. «Ahora tendremos que ir al parking de Gazalbide y venir desde allí andando. Eso si encontramos sitios», valoró con preocupación. «En vez de arreglarlo, lo han hecho peor. Estaba mejor antes», añade, pidiendo que den marcha atrás.

Porque el diseño apenas logra convencer a unos pocos. «No creo que nadie vaya a sentarse a los bancos que han puesto», asegura esta madre, en referencia a la placita delimitada por pivotes instalada en la carretera. «No protegen nada», agrega. Y a la hora de recoger a los niños el caos es evidente: muchos conductores se suben a las aceras, o invaden el carril bici o zonas prohibidas para lograr aparcar. Luis Mari, un vecino de la Avenida de Gasteiz, todavía se sorprende al verlo. «Para las bicis esto será muy útil, pero estéticamente es horroroso, con los coches aparcados en medio de la carretera», analiza. Su conclusión es clara. «Parece una chapuza», sentencia, aunque entiende que va a ayudar a que los coches no vayan a tanta velocidad.

Vecinos a favor

Pese a ello, también hay residentes y padres que lo ven con buenos ojos. Es el caso de José Ignacio, al que la obra en San Viator sólo le despierta una preocupación: la ubicación de los contenedores. «Están justo al lado del paso de cebra, y los conductores no van a ver a los niños», explica. Pero el resto del diseño le satisface. «Me gusta lo que están dejando, ando siempre en bici y no le veo problemas. Sí que el coche pierde algo de movilidad, pero van a ir más despacio», asegura. «Cada vez se usa más la bici, y hay que potenciar eso». Y Raquel apunta al desconocimiento como culpable de las críticas. Por ello, echa en falta información, «y no se ha tenido en cuenta la distribución del colegio». Ella es partidaria de llevarlos a clase en bici, pero «Vitoria no te permite hacer cuatro viajes al día con los niños en la bici», indica.

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