«El fuero convirtió a Laguardia en la capital política, económica y militar de la Sonsierra»

La localidad de Laguardia celebra durante este año el 850 aniversario de la entrega del fuero de población a sus ciudadanos, y para conocer más sobre esa época en la Rioja Alavesa ha contado con la ayuda de Ernesto García, doctor en historia medieval por la UPV y actualmente catedrático en esa misma universidad. Nacido en la vecina Elvillar en 1957, él será el encargado de coordinar el ciclo de conferencias sobre la historia de Laguardia que se celebrará entre junio y julio.

«Desde pequeño he tenido un aprecio especial por la villa de Laguardia, en cuyas escuelas fui a estudiar durante varios años», explica el historiador, que ya por 1985 publicó su primer libro, 'La Comunidad de Laguardia en la Baja Edad Media'. «Al finalizar la licenciatura en la Universidad de Valladolid no lo dudé, mis primeros trabajos de investigación los centré en esta villa y en sus numerosas aldeas. Por motivos de origen y sentimentales me pareció una buena idea», añade. El resultado fueron cinco artículos y su primera obra.

Durante años ha profundizado sus conocimientos sobre el tema y, por lo tanto, es una de las personas más indicadas para valorar la importancia que tuvo en su día la fecha que se rememora durante este año. «Sin duda, la concesión de una carta de fuero a los pobladores de Laguardia por el rey de Navarra Sancho VI 'El Sabio', quien por cierto también otorgó fuero a las villas de Vitoria, San Sebastián, Treviño, Antoñana, Bernedo y La Puebla de Arganzón, fue transcendental en particular para quienes habitaron en la villa de Laguardia», apunta García. «Antes de que naciera la villa de Laguardia en el cerro donde se urbanizó la nueva puebla había una aldea, similar a las existentes en los alrededores de la Sonsierra, pues así era denominada toda la comarca por entonces. La concesión del fuero convierte a los nuevos pobladores de Laguardia en un centro urbano relevante, en la capital política, económica y militar de toda la comarca de la Sonsierra a mediados del XII».

A partir de ahí, la vida de los vecinos de la zona cambió por completo, para lo bueno y para lo malo. «Fue una de las buenas villas navarras con derecho a asistir a las Cortes Generales del Reino, pero también fue entregada en rehenes en varias ocasiones a poderes intermedios para garantizar la paz entre navarros y castellano», asegura el catedrático.

Libro conmemorativo

El devenir de la localidad cambió en 1486 cuando, tras ser asediada durante siglos por el ejercito castellano, se incorporó a las Hermandades de Álava, lo que le dio derecho a enviar procuradores a las Juntas Generales alavesas, institución que ejerció de interlocutora entre la Corona y los intereses políticos de la provincia. «Esta incorporación favoreció la salida del vino de las bodegas de la comarca de Laguardia en los mercados alaveses y en particular en el importante centro de consumo de la ciudad de Vitoria», señala.

Tanto Ernesto García como otros tres profesores de la UPV y uno más de la Universidad de Salamanca han pasado los últimos meses recopilando información sobre la concesión del fuero a Laguardia, lo que servirá a los habitantes de la villa para conocer más sobre su localidad en las conferencias que arrancarán el próximo mes. «Pienso que es un buen momento para revisar lo realizado hasta la fecha por los historiadores. La historia no está cerrada, ni mucho menos, hay que aproximarse a los viejos textos y a los nuevos que van apareciendo con los planteamientos historiográficos y a partir de los conocimientos actuales», argumenta García. También anuncia la próxima publicación de un libro sobre el 850 aniversario en el que se podrá ver toda la información acumulada y que promete sorpresas. «A buen seguro que en este libro habrá algunas novedades de mucho interés», anuncia.