La segunda PAU arranca con «nervios»
199 estudiantes alaveses de 2º de Bachillerato y FP se presentan a la convocatoria extraordinaria de la Selectividad
Ania Ibañez
Martes, 1 de julio 2025, 12:12
«Como salga un decálogo, me muero», le decía una estudiante a otra frente al Aulario del campus local. Con los apuntes en la mano y bastantes nervios, 199 estudiantes alaveses se agolpaban este martes frente a sus puertas, esperando a empezar la convocatoria extraordinaria de la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU). 182 de ellos están cursando 2º de Bachillerato –119 en euskera y 63 en castellano–, mientras que 17 –15 en castellano y 2 en euskera– venían de una FP.
La mañana comenzaba con la fase de acceso, que se compone de cinco ejercicios: Lengua Castellana y Literatura, Lengua Vasca y Literatura, Historia de España o de la Filosofía, Primera Lengua extranjera, y, por último, una materia obligatoria de la modalidad de 2º de Bachillerato.
El primer examen era para Lengua Vasca y Literatura, y algunos alumnos como Eder Morales (18 años) de San Viator, era su primera vez examinándose, por lo que sentía «nervios y miedo» al no saber qué le esperaba, «Necesito un poco más de un cinco porque voy a estudiar Ingeniería Informática en la privada», explicaba antes de entrar.
Para otros había menos nervios, ya que se habían examinado en la primera convocatoria. «El examen anterior no salió como esperábamos», explicaba Asier Pinedo (18 años), del instituto de Amurrio. Su compañero Ander Lavado (17 años), le daba la razón, «saqué un ocho y necesito un nueve». Ander quiere estudiar medicina, pero lo ve «imposible» debido a las notas de corte. «Si no puede ser, estudiaré Antropología».
«La que me dé la nota»
En el caso de June Khalifa (19 años) de Egibide, el examen de euskera era su «única esperanza», ya que esperaba «sacar más de un ocho» y compensar la nota de Matemáticas. Su intención es estudiar un grado superior de Administración y Finanzas, aunque no estaba muy segura. Tampoco estaba preocupada ya que «como hay 85 grados, seguro que en alguno me cogen».
Hamsa Abdellaoui (18 años) del instituto Los Herrán, tenía claro que quería estudiar una ingeniería, pero el tipo ya se le perdía un poco. «Civil, mecánica o informática... Para la que me da la nota». Para ello necesitaba examinarse de Historia de España. «Es la más difícil porque es mucho temario», expresaba sobre su segundo examen del día, «ojalá pregunten por la Guerra Civil, es lo que mejor me sé».
Hacia las 9:45 de la mañana, los primeros alumnos comenzaban a abandonar el Aulario, muchos de ellos móvil en mano para mandar audios contando cómo había ido el examen. «Pensaba que tenía el de inglés y era el de euskera», decía entre risas una alumna. El resto comentaban la prueba, el tema de debate siendo el apartado de ensayo en el que habían incluido un decálogo.
«Me esperaba un artículo de opinión, porque en la ordinaria metieron eso», expresaba Irune Hernández (17 años) de Armentia ikastola, «pero aún así muy bien. La verdad es que se han portado en todo lo demás».
Arantza Zárate, tutora de Bachillerato en San Prudencio, estaba de acuerdo, «en la anterior el vocabulario fue complicado». Aún así la tensión seguía en el ambiente, algunos repasando para el siguiente examen. «Cada vez lo pasan peor y notan más presión por las notas de corte, que son una locura», concluía la docente.
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