Las 1.500 dudas sobre sexualidad de los jóvenes vitorianos

¿Pensaba usted que todas estas dudas ya estaban resueltas en pleno siglo XXI, en la era del 5G, del metaverso y del robot Perseverance paseándose por Marte? ¿Cree que de todo esto se habla en su casa con normalidad y que sus hijos van a sacar matrícula de honor? Le sorprenderá saber el elevado déficit de información de sexualidad per cápita en Vitoria. La Asexoría, un servicio municipal y único en la comunidad autónoma vasca que nació hace 25 años con el reto de resolver las dudas de los jóvenes, tiene el mismo trabajo que antes o más. Cada ejercicio, sus tres sexólogos atienden cerca de 1.500 consultas. Una media anual de 400 vitorianos de 14 a 30 años les piden ayuda ante problemas de orientación sexual, de identidad de género, anticonceptivos, conductas eróticas, tabúes, relaciones de pareja...

«La manera en cómo llegas a la información es muy importante», reflexiona Ana Ramírez de Ocáriz, que desde el principio ha estado al frente de este servicio gestionado por Emaize. Recuerda aquellos comienzos en los que el asociacionismo era muy potente y parte de todas estas dudas las resolvían entre los voluntarios de la Comisión Antisida, Gaytasuna, el Gaztetxe, Gaztelesbos o la Asamblea de Mujeres, entre otros colectivos que se organizaron para acabar con los tabúes. «No había asociaciones de transexuales, pero existían. Entre todos se daba una cobertura social que hoy no existe».

La Asexoría nació en 1997 con el apoyo de la entonces directora de Juventud, Pilar Abella, y el plácet del alcalde José Ángel Cuerda, aliados para adelantarse a su tiempo. Había que ofrecer a los chavales un espacio íntimo y confidencial (y gratuito) al que poder acudir para obtener información contrastada. «No había internet. Para informarte bien tenías que recurrir a la biblioteca y a alguna revista especializada. Aquí poco a poco fuimos creando nuestro propio fondo. Y la gente recurría a las revistas eróticas o porno, a libros de las bibliotecas, a enciclopedias y a los colegas», recuerda.

Para dar a conocer el servicio que acababa de nacer recorrieron Vitoria entera poniendo carteles, hicieron 'mailings' a todo tipo de agentes y colectivos, daban charlas, iban a los institutos... «Pero el boca a boca era lo más importante». Una de las campañas más sonadas fue la de 'Toquemos el tema', con la que lograron dar una formación amplia «y sin tapujos» sobre la sexualidad a los jóvenes de aquellos primeros años del milenio.

- ¿Qué ha cambiado hoy?

- El contexto, el acceso a internet y a la pornografía, y más para lo malo que para lo bueno. Hay muchos problemas derivados de la mala gestión del móvil y no hablo sólo de 'sexting'. Hay complejos, control, presiones, agresiones... Todo eso está ahí.

Desde la Asexoría pretenden ir más allá de las preguntas y ayudar a cada persona a construirse, a conocer su identidad, a saber cuál es la orientación de su deseo más allá de la conducta. «Igual ponemos demasiado interés en el objeto y mucho menos en el sujeto, y luego surgen inseguridades, miedos, presiones...».

Los conflictos con la diversidad sexual siguen presentes en las consultas. «Lo de hablar de transexualidad ha cambiado, pero a la vez que se han empoderado los diferentes colectivos también han aparecido actitudes muy hostiles hacia ellos. La visibilización hace que aumente la agresión».

Hoy los más jóvenes ven con naturalidad la bisexualidad y manejan con desparpajo los términos que definen las diferentes identidades de género. Cisgénero, transgénero, intersexual. queer, género fluido, sin género, bigénero, intergénero... Son diferentes maneras de vivir la sexualidad y, aunque parezcan muchas, puede que algunas personas no se sientan dentro de ninguna. «Al principio hay personas que se sienten por fin reconocidas pero una etiqueta no engloba nunca del todo la identidad».

Por lo demás, los jóvenes vitorianos tienen dudas muy similares a las que tenías sus padres. Los problemas de pareja, de deseo, los métodos anticonceptivos, las prácticas sexuales de riesgo, la presión del grupo, el maltrato, los complejos físicos, la falta de orgasmos...

Durante el pasado año pasaron por las instalaciones que la Asexoría tienen en el centro cívico El Campillo un total de 259 personas diferentes, que generaron 1.505 consultas. Aunque algunas dudas se resuelven en un día, hay usuarios que necesitan hasta cinco sesiones de terapia. El 38% de todas estas consultas se llevó a cabo de manera presencial. Un 29% se plantearon online, es decir, por videollamada. Y el resto, por teléfono. Los tres especialistas están disponibles todas las tardes de lunes a viernes de 18.30 a 20.30 horas y los miércoles también por las mañanas de once a una. Se puede obtener más información en el 945 161 583 y en asexoria@vitoria-gasteiz.org.