Luis de Ajuria expone las imágenes 'encordadas' del vitoriano Zirika

La sala Luis de Ajuria acoge desde ayer y hasta el próximo 21 de junio una exposición de fotografías a cargo de Miguel Alfredo Hernández. El entorno natural y la utilización de cuerdas son las dos marcas que caracterizan la trayectoria artística de Hernández, fotógrafo, pintor y escultor que firma sus obras como Zirika.

La metáfora del hilo conductor no funciona para explicar la producción de este artista multidisciplinar nacido en Vitoria hace 48 años. En su caso habría que hablar de 'soga' conductora, ya que es este objeto el icono empleado para ofrecer una salida plástica a sus sensaciones. «El protagonismo absoluto es de la cuerda. ¿Por qué una cuerda y no otra cosa? No lo sé. Yo no dirijo mi obra, es ella la que me dirige a mí», asegura.

La muestra, titulada 'Soka artean' (una expresión que se podría traducir bien como 'cuerdas en el arte' o bien como 'arte con cuerdas'), se compone de dieciséis instalaciones de base fotográfica. En las imágenes, tomadas en diferentes entornos, la cuerda adquiere sugerentes formas, estableciendo un diálogo con el paisaje. Su idilio con este objeto no es casual. Zirika lleva desde su primera exposición jugando con él. En 2006 una colección de fotografías con un planteamiento muy similar le valió el primer premio en el Certamen de Arte Alavés.

Formado en la Escuela de Artes, a través de diversos cursos de pintura, dibujo y modelo vivo, el trabajo de Zirika ha visitado muchos caminos expresivos desde que se inició en la pintura a los 15 años. A sus 48 años, este artista alavés ha pasado por el óleo, el acrílico, la acuarela, el cómic o la fotografía.