Ganar y recuperar a Jasaitis

Fue el propio Neven Spahija quien encendió la alarma el pasado jueves tras la agónica victoria sobre el Fuenlabrada. «Jasaitis está en crisis y tengo que ayudarle a volver. Sé que Simas sabe jugar al baloncesto y estoy convencido de que va a salir. Hay tiempo para trabajar en los entrenamientos y darle confianza», soltó el preparador de Sibenik en la rueda de prensa. No le falta razón puesto que el internacional lituano no ha comparecido aún por la ACB. En sus tres intervenciones no ha dejado ni un mísero destello para el recuerdo. Así que la matinal de hoy (12.30 horas, ETB-1) se presenta como oportunidad idónea para convertir en realidad ese deseo. O para empezar a construirse un nombre en Vitoria.

Debería ayudar que el rival en suerte, el Ricoh Manresa, es de los menos poderosos de la ACB se mire por donde se mire. Por lo tanto, el lituano y por extensión McDonald, la otra decepción hasta la fecha, están llamados a dar un paso adelante. Otro tema es que lo consigan.

Ayer, ya en frío, Spahija eludió cualquier declaración crítica que hubiera avivado la llama de la preocupación respecto al jugador báltico, quizá el más retraído del vestuario azulgrana. «El TAU es un gran club y, por tanto, no puede permitirse este tipo de circunstancias, aunque contamos con una buena plantilla y tampoco importa que puntualmente falle alguno de los jugadores», insistió el timonel baskonista. «Además, es difícil que todos estén a tope a la vez. Pero estamos trabajando duro para integrarle lo antes posible», zanjó.

Preguntas sin respuesta

¿Problemas de adaptación a la Liga ACB? ¿Dudas sobre su cometido en el equipo? ¿Añoranza de Lituania o de Israel? De momento todas son preguntas sin respuestas. Sólo el tiempo irá moldeando las contestaciones. Sin embargo, sí ha sorprendido sobremanera el carácter introvertido del jugador.

Y más cuando en su anterior etapa, en Tel Aviv, fue todo lo contrario. Fuentes del Maccabi consultadas por este periódico sostienen que la aclimatación de Jasaitis fue «inmediata». Curiosamente, sus primeros meses fueron los mejores en el conjunto amarillo. Fue de más a menos.

«Enseguida conectó con los otros jugadores. Quedaban para cenar y salir y él nos comentaba que le encantaba la ciudad, sobre todo por el clima y la playa», apostillan desde Tel Aviv. Como el resto de la plantilla, Jasaitis solía aparecer en las páginas de sociedad por sus comparecencias en preestrenos, cenas benéficas y actos similares.

Una década de caídas

Al tiempo que el alero encuentra su sitio, el TAU bregará por encadenar su tercera victoria en el campeonato liguero y afinar su maquinaria. Enfrente le aguarda un oponente humilde pero acostumbrado a dejarse la piel en cada comparecencia. Aunque la peligrosidad del Manresa se concentra en su cancha, el Nou Congost, un auténtico fortín. Fuera de su 'cueva' suele bajar muchos enteros.

Otro dato para la esperanza. El plantel del Bagés casi ha olvidado cómo sabe un triunfo en Vitoria. El último data de la final liguera de 1998, ganada por los manresanos a los que comandaba un tal Joan Creus. Desde aquel 83-95 siempre han salido escaldados.