Imágenes desconocidas

El nuevo TAU Cerámica sorprendió por varios motivos en su estreno liguero. Algunos de ellos inusualmente negativos. Ahí quedan las paupérrimas actuaciones de varios jugadores. Casi la mitad de los que dispusieron de minutos para ser exactos. La matinal en Fontajau, cerrada con una derrota, dejó imágenes inusuales. La más llamativa fue la de Rakocevic, con un -6 de valoración (suma de puntos, rebotes, pérdidas, porcentajes...). Pero hubo algunos más. A través de esos fracasos individuales germinó la caída ante el Akasvayu Girona.

El escolta serbio, habitual de los puestos cabeceros en anotación y valoración, firmó su peor encuentro como baskonista. Es que no le salió nada. Se empecinó de salida en penetrar y sólo consiguió chocarse ante las torres rivales, que sabían al dedillo cómo pararle. Su ramillete de pérdidas, unido a unos malos porcentajes fraguaron su sorprendente valoración negativa.

En toda su etapa azulgrana sólo quedó por debajo del cero en una ocasión. Ocurrió en un Granada-TAU, y porque se lesionó en el minuto 3. De hecho, en sus tres años en el baloncesto español sólo otra vez obtuvo una valoración negativa. Sucedió en la trigésimo segunda jornada liguera del campeonato 2004-05, cuando pertenecía al Pamesa. Al menos, según esta secuencia, pasará mucho tiempo hasta que establezca un registro similar.

Pero la de Rakocevic no fue la única decepción del 78-76. Planinic, capaz de lo mejor y lo peor, evidenció que todavía no ha cogido el punto. En su caso rubricó un -1. Ésta ha sido su quinta valoración negativa desde que aterrizó en la ACB.

Uno de tres

¿Y los nuevos? Pues el titular sería algo así como 'uno de tres'. Y es que únicamente se salvó Mickeal, el último en incorporarse además tras parar por una lesión. El fornido alero de Illinois hizo de todo y se empleó con enorme altruismo.

En cambio, Jasaitis y McDonald naufragaron en esta puesta de largo oficial. El lituano, encima, mereció un suspenso sin contemplaciones. Saltó en el quinteto titular, como en casi toda la pretemporada, y apenas permaneció nueve minutos en cancha. La razón de tan poco tiempo es lógica; no manchó su estadística personal. Ni para bien ni para mal. Vamos, que pagó un peaje muy caro por su debut.

McDonald, por su parte, también se movió varios pisos por debajo de lo que se le presupone. Salvo en el tercer cuarto, en el que contribuyó con puntos y rebotes, el resto de su matinal también decepción. Seguro que los díficiles días que ha pasado con todo lo relacionado con su matrimonio todavía andan latentes en su cabeza.

No obstante deberá superarlo pronto si no quiere enfadar a su técnico. Neven Spahija, al término del encuentro, lanzó el primer aviso a los suyos. «Debemos jugar con mayor energía y responsabilidad», instó en la rueda de prensa. «Tenemos que seguir trabajando ya que no estamos más alláde un sesenta por ciento de nuestro nivel», cifró el croata. Este domingo, frente al Madrid, sus chicos tendrán la primera oportunidad de resarcirse.