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El Santiago Apóstol comenzó a reducir los tiempos de intervención a mediados del pasado año, aunque llegó a rebasar los cien días. /Avelino Gómez
El Santiago Apóstol reduce a 82 días la espera media para pasar por quirófano
datos oficiales de la Consejería de Sanidad

El Santiago Apóstol reduce a 82 días la espera media para pasar por quirófano

Durante el primer trimestre las 21 intervenciones por dolencias de mayor gravedad se realizaron en 11 días

SALVADOR ARROYO , MIRANDA DE EBRO

Miércoles, 16 de abril 2014, 05:43

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Con cifras que hace no mucho hubieran sido inimaginables por abultadas, el Hospital Comarcal Santiago Apóstol cierra el primer trimestre consolidando una línea de descenso que comenzó a advertirse a mediados de 2013. El tiempo medio que esperan sus pacientes (un total de 744 a 31 de marzo) para someterse a una intervención quirúrgica se sitúa en los 82 días; nueve menos que en diciembre, pero 26 más que en el mismo periodo de hace dos años.

Son algunos de los datos oficiales de la Consejería de Sanidad que ayer hizo públicos el responsable del área, Antonio María Sáez. Los números surgen de una nueva metodología de cálculo. Se relega la valoración por especialidades y se atiende al criterio impuesto ya el pasado año en base a la gravedad de las dolencias.

Surgió así la prioridad 1, para pacientes cuyo tratamiento quirúrgico, siendo programable, no admite una demora superior a 30 días; la prioridad 2, en la que se catalogan aquellos cuya situación clínica o social admite una demora relativa -se recomienda, en cualquier caso, intervenir en menos de 90 días-; y la prioridad 3, aplicable a las patología de menor entidad y que no producirían secuelas importantes por el retraso de la operación.

En base a estos criterios, el centro asistencial de Miranda tuvo una demora media de 11 días para los casos que exigían una mayor urgencia (oncológicos, cirugía cardíaca no valvular, parte de la cirugía vascular). Fueron 21. En lo referente a las dolencias de prioridad 2, los especialistas catalogaron a 102 pacientes, y todos ellos fueron intervenidos en un plazo inferior a los tres meses. De hecho, la media se situó en los 37 días, según el cuadro informativo facilitado por Sanidad de Castilla y León (Sacyl).

Fueron las patologías menos graves las que más retraso acumularon en Miranda y en el resto de hospitales de la Comunidad Autónoma. En el Santiago Apóstol se valoraron 621 casos no urgentes. Los pacientes esperaron de media los 91 días. De hecho, 561 fueron intervenidos dentro del margen -en este caso el máximo planteado es de 6 meses-, mientras que 60 pasaron a engrosar la lista de más de 180 días.

15 en el conjunto de la región

Por hospitales, y en relación a los pacientes de prioridad 1, el comarcal tuvo el tiempo de respuesta más bajo (los 11 días de media), en la línea del Centro Asistencial de Palencia y el Hospital Comarcal de Medina del Campo. El de Segovia fue el que más elevó la media al intervenir en un periodo de 23 días. Los 115 pacientes graves que necesitaron pasar por el quirófano en el Hospital Universitario de Burgos, tuvieron un tiempo medio de espera de veinte días.

En el conjunto de la región, el 91,9 por ciento de los casos más graves se operaron durante el primer trimestre con una demora media de 15 días. Los catorce hospitales realizaron 3.943 intervenciones a pacientes clasificados como prioridad 1 y a 31 de marzo estaban en espera 1.067.

El consejero planteó, respecto a esta última situación, que de los 86 pacientes que han superado los 30 días de espera, la mayor parte (54) ya han sido intervenidos; en 7 casos se aplazó su paso por el quirófano por criterios clínicos (biopsia, radioterapia previa a la cirugía o reclasificación); 15 casos ya tiene fecha de intervención, y 10 están pendientes. «En estos dos últimos grupos se trata de procesos prioritarios no graves que incluyen hemorroides, hernia inguinal o trastornos óseos y de cartílagos».

Los pacientes en espera de prioridad 2 eran 4.064 con un tiempo de retraso medio de 58 día; el 81,2 % no superan los tres meses. Y los incluidos en prioridad 3, 26.328 con una demora media de 89 días; el 89,2 por ciento por debajo de la demora establecida con criterios clínicos.

Con respecto a la nueva metodología empleada para calcular las listas de espera, Sáez defendió como más acertado priorizar las intervenciones en función de la gravedad de los casos y no solo de acuerdo con el tiempo global de demora, recordando «que los datos por especialidades aportan poca información». En este sentido, puso como ejemplo el retraso medio en urología, de 8 días, « un dato insuficiente y que discrimina poco, ya que al calcularlo da el mismo peso, por ejemplo, a la demora para una intervención de fimosis que a la de un paciente con cáncer de vejiga».

La reducción progresiva de la lista de espera quirúrgica responde, inicialmente, a un plan de choque con el que la Consejería de Sanidad pretendió contrarrestar el impacto de los recortes que el Ejecutivo de Juan Vicente Herrera puso en marcha a lo largo de 2012. Con un menor fondo económico, se optó primero por la concertación con la sanidad privada (fórmula de bajo impacto). La idea de base era que los hospitales desarrollasen su trabajo con actividad ordinaria, suprimiéndose la concertación interna o el refuerzo de horas, más conocido como 'peonadas'.

Los retrasos se dispararon y llegaron a ser considerados como «inasumibles». En marzo del pasado año se autorizó una inyección d12 millones de euros que llevó al refuerzo de las plantillas al tiempo que se mantenían los conciertos con centros privados y se creaban en los hospitales comisiones de valoración.

Miranda necesitó más tiempo que otros centros para incrementar su actividad quirúrgica por la falta de candidatos, especialmente para uno de los puestos clave que requería de cara a poner en marcha otro de sus quirófanos. Con la contratación del anestesista (el especialista que más costó encontrar) llegaron después dos enfermeras, una auxiliar de enfermería y un celador. Fueron las plazas solicitadas a la Administración regional para conseguir reajustar unos datos que llegaron a colocar al hospital comarcal entre los seis de la Comunidad con mayores retrasos para una operación. En el caso de Miranda se desestimó la derivación de pacientes a centros asistenciales privados.

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