Risas en Euskadi

8 apellidos vascos' es una chispeante farsa costumbrista que supone un soplo de aire fresco en el anquilosado panorama del cine español, en la que intervienen disparatados personajes de la vida cotidiana, retratados con sentido del humor y una discreta mala uva por el realizador Emilio Martínez-Lázaro. Una vasca y un andaluz aparecen escoltados por toda una serie de tipos castizos, encargados de desmantelar buena parte de los tópicos relacionados con las identidades culturales, antropológicas y sociales de nuestro entorno vital. Personajes encarnados por un bien conjuntado reparto, en el que brilla con luz propia Karra Elejalde.

Un actor todoterreno, convertido aquí en adalid de un sentido del humor políticamente incorrecto, a través de su personaje de furibundo nacionalista, a sus anchas entre una irrepetible patulea de 'freaks', sobre todo cuando se encarga de enjaretar al espectador algunas expresiones de seguro efecto, en relación con el presunto noviete 'borroka' de la niña de sus ojos, en realidad un andaluz de pura cepa, engominado, forofo del Betis y 'hostiao perdío', sin que la risa elimine de vez en cuando la emoción subyacente. Lo cual propicia una desopilante fusión entre película y personaje.

Así pues, tiene tela marinera esta irregular parodia, que propicia la tira de ocurrencias a costa de los ocho apellidos vascos del 'arrantzale' interpretado por Karra Elejalde, lo mismo que quien firma esta crítica. Y es que nadie es perfecto. Así pues, los golpes y el cachondeo general de esta comedia están condenados a no ser comprendidos desde una óptica distanciada y analítica. Al tiempo, es una pena que dicha estrategia amplifique, de paso, algunas debilidades, como esa folklórica aparición final del dúo musical Los del Río, así como una incontinente lujuria por las citas -a Anne Igartiburu y Javi Clemente, entre otros- que cae, a menudo, en la interferencia.