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Rosa López se besa con Torito, colaborador televisivo, en una sesión de fotos. /PRIMERA LÍNEA
«En la cama nunca me han pedido cantar»
GENTE

«En la cama nunca me han pedido cantar»

La extriunfita Rosa López deja atrás su timidez: confiesa que perdió la virginidad a los 21 años y que le han puesto los cuernos

ESTER REQUENA

Miércoles, 19 de febrero 2014, 15:22

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Nunca se había visto a Rosa López con tan poca ropa. Ni siquiera en un robado en una revista. Pero ahora ha nacido una nueva Rosa, mucho más sexy y desinhibida. O eso al menos deja entrever en el posado de alto voltaje que ha protagonizado para el magacín 'Primera Línea'. Enseña carne, pero sin dejar al aire tus atributos más íntimos, que ella sigue siendo «muy clásica» por más que luzca escotazo, lencería fina negra y corsés sobre unos taconazos. También está más delgada que nunca. Rosa, atrevida, se da un beso con Torito, el colaborador de '¡Qué tiempo tan feliz!' y confiesa que hace topless «cuando no hay nadie y el sol pega solo para mí».

De la 'Rosa de España' parece que solo queda el torrente de voz con el que se metió a medio país en el bolsillo y que la aupó como vencedora, hace 12 años, de la primera edición de 'Operación Triunfo', por delante de David Bisbal y de David Bustamante. En esta década también ha perdido su timidez, porque ya se atreve a contar que entró virgen a la academia televisiva y que su primera experiencia sexual llegó a los 21 años. «Fue precioso», recuerda ahora de esa noche.

Eso sí, nunca le han pedido que cante en la cama -donde se confiesa «muy clásica»-, aunque sí ha hecho algún gorgorito antes y después. Y ser conocida no la ha librado de que le hayan puesto los cuernos... «como a casi todo el mundo», enfatiza en la entrevista que acompaña a las sensuales fotos. Ella, en cambio, guarda fidelidad total a sus parejas: «No entra dentro de mis valores y, además, no me sentiría nada bien». No en vano, asegura que en el amor lo que más valora es la sinceridad. Y odia a «los hombres burdos» porque le «cortan el rollo completamente».

Adelgazar le ha cambiado la vida, pero lo que la da seguridad es «llevar una disciplina». En su agenda diaria no faltan hasta dos sesiones de gimnasio y una dieta para mantener la figura que ahora luce, después de soltar muchísimo lastre. Todo ello aderezado con clases de canto, la preparación de su nuevo disco y del que será su primer libro. Y, por supuesto, la búsqueda del amor, algo a lo que no ha renunciado nunca. A la extriunfita no se le conoce ahora mismo pareja estable. Solo este 'escarceo' del alto voltaje con Torito. Cuestión puramente profesional.

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