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Olivia de Borbón, de 39 años, nació en Londres.
«Somos ochenta borbones»
ORGULLOSA DE SU APELLIDO

«Somos ochenta borbones»

Amante de la moda y de la vida, como ella se autodefine, Olivia de Borbón se prepara para un fin de semana romántico junto a su novio, Julián Porras

ARANTZA FURUNDARENA

Sábado, 28 de diciembre 2013, 11:18

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Si hay apellidos que marcan, el suyo encabeza el 'top ten'. Pero esta pelirroja natural, nacida en Londres hace 39 años y criada entre Miami, Nueva York y Madrid, que fue novia de torero, ha participado en un 'reality' y no conoce a la princesa Letizia en persona, nunca se ha dejado apabullar por el peso de ser una Borbón. «Estoy muy orgullosa de mi apellido y admito que lleva una carga adicional. Considero que es un honor tener los Reyes que tenemos, pero yo no soy Casa Real. Además, somos ochenta borbones...», puntualiza para quitarle hierro al asunto. Olivia se despide del año con varios futuros proyectos relacionados con la moda que no quiere detallar, «porque soy muy supersticiosa y temo que se gafen», y junto al hombre del que se enamoró este pasado verano, el empresario Julián Porras. Con él se la ha visto recientemente en el Sicab (Salón Internacional del Caballo), celebrado en Sevilla a principios de diciembre, que con sus 175.000 visitantes se ha convertido en el tercer acontecimiento social de la capital hispalense, después de la Semana Santa y de la Feria de Abril. «Soy una loca cuando me pongo al galope -desvela Olivia-, de niña tuve una yegua que se llamaba Descarada». Y ya de adulta, ella y su hermano compartieron un cerdito vietnamita que en su día les llevó a hacer «muy buenas migas» con George Clooney.

Hija de Francisco de Borbón, duque de Sevilla y primo segundo del Rey Juan Carlos, y de la divertida y excéntrica princesa alemana Beatriz von Hardenberg, que posee una extensa colección de objetos en forma de rana, Olivia Enriqueta María Josefa de Borbón y Hardenberg saltó al ruedo de la fama de la mano de Sebastián Palomo, hijo del torero Palomo Linares y de la hoy diseñadora de joyas Marina Danko, a la que define como una mujer «elegantísima, cariñosa y muy cercana». Con ella sigue manteniendo una buena amistad, «y también con su hijo -aclara Olivia-; el que las cosas no funcionaran en un sentido no significa que no haya cariño». Pero su corazón pertenece desde este verano a Julián Porras, un empresario siete años más joven que ella y al que en su día se relacionó con Terelu Campos. «Para qué negar la evidencia», escribió la propia Olivia en su cuenta de Twitter tras comprobar que los medios se hacían eco de su 'romance' casi desde su primera cita... «La segunda vez que fuimos a comer juntos ya nos cazaron».

Madre a partir de los 40

La buena noticia es que a él no le importa. Y eso ha facilitado las cosas. «Yo no estaba dispuesta a esconderme de las cámaras o preocuparme por el qué dirán. Y he tenido mucha suerte con Julián porque, al poco de comenzar, hablamos y descartamos entrar en el juego de ir a comer a los restaurantes cada uno por su lado. Está poniendo mucho de su parte y estoy muy orgullosa de él», declaró Olivia recientemente a Vanitatis, durante la presentación de la nueva colección de la firma de moda nupcial Aire. Cuando todavía era novia de Sebastián Palomo Danko, Olivia le confesó a esta periodista que le gustaría casarse en Las Vegas. «A mi padre lo mato del disgusto -bromeó-. Pero a mi madre le encantaría». También tiene claro que desea ser madre. Con los años, ha empezado a renunciar a esa familia numerosa con la que siempre soñó y que le recuerda al clan familiar que se reúne en Navidad en casa de su madre a degustar su famoso 'estrogonoff', pero no descarta empezar a tener hijos «a partir de los cuarenta, porque hoy es perfectamente posible».

En el fondo, el sueño de Olivia siempre fue convertirse en una gran actriz. No sería la primera Borbón. «Una tía abuela mía llegó a escaparse a Hollywood -relata-. Pero la trajeron de vuelta». A falta de bambalinas, la joven aristócrata ha puesto su alma en la moda. Lo mismo es imagen de una marca como diseña camisetas. Dice admirar a la princesa Letizia «porque no le importa repetir vestido y porque apuesta a menudo por la moda española y el 'low-cost', que es un reflejo del pueblo. Me encantaría conocerla, pero ella y el Príncipe tienen unas agendas brutales». Olivia tiene claro, porque así se lo han inculcado en casa, que lo importante es «tener estilo propio». «Como dice mi madre -añade-, si eres elegante da igual que te pongas un saco de patatas». Amante de la moda y de la vida. Así se autodefine Olivia de Borbón en su cuenta de Twitter. «Algunos me llaman duende y otros 'bixo' -dice-, pero yo prefiero simplemente Oli».

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