La oposición tumba el Plan de Acción para los próximos ocho años en la villa duranguesa

Falta de participación, rigor y con un presupuesto «irreal». La oposición al completo coincidió ayer en echar por tierra el Plan de Acción para los próximos ocho años, al que se habían destinado 21 millones repartidos en 91 acciones. «La mayoría de las acciones, como el cierre del cinturón exterior o las mejoras en el comercio» cuentan ya con partidas presupuestarias. El plan fue rechazado por Aralar, PSE-EE y Bildu. El PP se abstuvo.

El portavoz de Aralar, Dani Maeztu, mostró su repulsa al sistema de participación. «Solo recoge la opinión del 0,2% de la población», ni siquiera «las necesidades de los barrios ni de colectivos concretos como jóvenes o inmigrantes». Consideró que el plan es «fruto de decisiones totalmente políticas» con un presupuesto sin rigor, que toma como base los presupuestos del pasado año multiplicado por ocho». Insistió en que la mitad del presupuesto se concentra en tres partidas como son el cinturón exterior, mejoras en el comercio que responde al Perco y al plan de Igualdad, que ni si quiera se ha tratado en los foros.

El popular Juanjo Gastañazatorre echó en falta el gasto social y aseguró que responde a un «ejercicio demagógico, tremendamente optimista y con grandes dosis de voluntarismo» que son reflejo de la «compleja composición política del Ayuntamiento sin mayoría estable ni actualización presupuestaria».

Unos presupuestos prorrogados por segundo año a los que hizo referencia también Idoia Agorria. La concejal socialista insistió en que no es «responsable», vista la crisis, otorgar «un cheque en blanco de más de 21 millones a obras públicas y dejar de lado la sostenibilidad social». Para ello propuso "priorizar y reajustar el plan con plazos más concretos y partidas sociales y reales".

La portavoz de Bildu, Arrate Elkoro, que ayer anunció su retirada del cargo, tildó de «insuficientes» los foros, en los que «no se indicaron la situación real del Ayuntamiento en cuanto a ingresos, gastos o remanente», algo a su juicio, «necesario para tomar decisiones». «El 50% está destinado a urbanismo y uno de los proyectos fue aprobado hace 10 años -refieriendose al vial Urki-Hegoal-. ¿A quién pretenden engañar?»

Por parte del PNV, que se quedó solo en la votación, Goiztidi Díaz aseguró que «creemos en la participación, en la Agenda 21 y en los foros participativos». Insisti, además, en que han dado voz a 240 personas, 20 empresas y 13 técnicos.