"Con un 28% de paro en España, si puedo quedarme en el extranjero lo haré"

«Good skills and very good work attitude», señalaba ayer el holandés Tinus van de Pas, haciendo referencia a las habilidades y la buena disposición frente al trabajo que caracteriza a los estudiantes del País Vasco. Estas dos cualidades son las que le han traído, por segundo año consecutivo y junto a su compañero Marc Jacobs, hasta la Politeknika de Derio. Ambos captarán a futuros profesionales que tendrán la oportunidad de formarse en la región de Brainport Eindhoven gracias a las becas 'Global Training', impulsadas por el Gobierno vasco y el centro del Txorierri, además de otras entidades colaboradoras.

Con una dotación de 3,2 millones de euros -similar a la de 2012- este año se han ofertado un total de 370 becas en Euskadi, 50 de ellas destinadas a alumnos de FP y gestionadas por la Asociación Hetel, a la que pertenece la escuela. El año pasado 13 estudiantes tuvieron la oportunidad de emigrar -casi la mitad ha conseguido trabajo, indican los responsables de la escuela- y en esta ocasión serán 28. «Están satisfechos con ellos, les gusta cómo trabajan y cada vez demandan a más vascos porque están bien formados y son competentes», asegura Anabel Menike, responsable del área de internacionalización del Txorierri.

Tras las entrevistas con los seleccionadores -en las que han tenido que 'venderse' hablando de ellos mismos, de su experiencia y mostrando proyectos en los que han participado- y una conferencia con los futuros contratadores vía Skype en los próximos días, los seleccionados marcharán el 4 de noviembre a Brainport para comenzar un período de formación en una empresa que durará seis meses.

El objetivo de las becas Global Training, según explicó Iñaki Ezkurra, del Departamento de Desarrollo Económico y Competitividad del Gobierno vasco, es dar una oportunidad a jóvenes titulados de distintas especialidades y facilitar su movilidad internacional. «Existe cierto exceso de apego al país, que está bien, pero estamos en un mundo globalizado y hay que ampiar horizontes», enfatizó. Ese 'empujón' para los jóvenes que puede ir secundado por una oferta laboral ha sido recibido como un soplo de aire fresco y ha suscitado grandes expectativas. Una sala con cerca de 70 personas que escuchaban atentas las claves del programa mientras visualizaban su futuro en Brainport daba fe de ello. Su impulso son las ganas de crecer y una enorme ambición -o necesidad- de encontrar un puesto en el complicado mercado laboral.

Alumnos cualificados

Como diamantes en bruto que los empresarios de esta región del sur de Amsterdam están dispuestos a pulir para sacar a relucir sus capacidades, ellos ya destacan por «una buena formación y un carácter que les hace perfectamente competentes». Para muchos no era la primera vez que tocaba hacer las maletas, algo que también se valora en sus currículos.

«Sé que lo único que puede hacer que me den la beca es la cualificación que tenga», valoró Yeray Malzárraga, estudiante de 26 años que cursa Ingenería Industrial en la UPV. «Espero quedarme para experimentar algo diferente, siempre hay tiempo de volver». Andrea Dieguez, de 23 años y estudiante de Telecomunicaciones en Vitoria, se mostraba optimista. «Espero encontrar trabajo o aprender, aunque sea para implementar el currículum. Me iba contenta», confesaba, algo nerviosa.

Darko Moreno, de 23 años y estudiante de Sonido en Vitoria, preparaba su entrevista. «Les enseñaré proyectos que he hecho y les contaré mi experiencia, ya estuve en Inglaterra»», explicó. «Necesito hacer algo, trabajar o estudiar, pero no estar parado». Guillermo Jiménez, diseñador mecánico de 27 años, ya había pasado la entrevista. «Ha ido bien, estoy contento, ya estuve en Reino Unido. Para cualquiera de los que estamos aquí es posible conseguirla, con buen nivel de inglés», dijo esperanzado.