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A la izquierda, una de las camisetas verdes compradas por error. A la derecha, dos ertzainas con el uniforme reglamentario
«¿Crees que somos guardias civiles?»
el material costó casi 34.000 euros

«¿Crees que somos guardias civiles?»

Ertzainas se niegan a recoger cientos de camisetas interiores verdes adquiridas por error por el Gobierno vasco, que intentó devolver la compra

DAVID S. OLABARRI

Lunes, 2 de septiembre 2013, 08:36

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El Departamento de Seguridad del Gobierno vasco adquirió el pasado diciembre 723 camisetas y 174 pantalones ignífugos para la Ertzaintza que no pueden ser utilizados en los uniformes reglamentarios por un pequeño problema: son verdes, un color que no está incluido en el decreto de uniformidad de la Policía vasca. El Ejecutivo trató de devolver el material, que costó casi 34.000 euros, cuando se percató del error. Pero no fue posible y las camisetas se empezaron a distribuir por las comisarías, donde muchos ertzainas no han querido recogerla porque, según dicen, «parecen más de guardias civiles que de ertzainas».

La Ertzaintza permite la utilización de cuatro colores corporativos en sus uniformes: rojo, azul oscuro, negro y blanco. Esta gama de tonos, que ya venía siendo usada tradicionalmente en la Policía vasca, se actualizó a nivel interno a través de una orden más general relativa a la uniformidad y a los distintivos que fue aprobada por el anterior Gobierno vasco en funciones el 31 de octubre de 2012, apenas mes y medio antes de que se materializase una compra que se efectuó en pleno traspaso de poderes entre socialistas y nacionalistas. Esta normativa, que contempla también la utilización del azul claro para la equipación de gala, establece claramente que la ropa de los agentes «deberá respetar» siempre los citados colores.

Entonces, ¿cómo es posible que se autorizase la adquisición de las camisetas y pantalones de color verde? Según los portavoces consultados en el Departamento vasco de Seguridad, la explicación que les han ofrecido los «servicios técnicos» de la consejería es que se autorizó la compra por la «urgente necesidad» de dotar de recursos a los agentes de la XIII promoción que se iban a incorporar a las unidades de tráfico. Además, reconocen que se eligió el verde porque era el «color de tejido» del que la empresa que recibió la adjudicación (Talleres Usoa) «disponía en ese momento». Esta compañía -añaden los mismos medios- empezó a trabajar con la anterior consejería de Interior del Ejecutivo autonómico la pasada legislatura, «fundamentalmente por precios».

Cuellos altos

El Gobierno vasco recibe la factura de la compra el 31 de diciembre. 21.780 euros por la ropa interior de hombre y 12.100 euros por la de las mujeres. El expediente se formalizó por «precios unitarios». Esto es, 39,628 euros por camiseta y 29,972 euros por pantalón.

Según los portavoces consultados por EL CORREO, el Departamento que dirige Estefanía Beltrán de Heredia trató de devolver la mercancía al comprobar que el pedido era de color verde. Lo hicieron porque no correspondía con los tonos autorizados en los uniformes de la Policía vasca. Sin embargo, no pudieron devolver la ropa porque «el contrato no lo permitía», insisten los mismos medios.

Las camisetas y los pantalones empezaron a repartirse entonces por algunas comisarías. Según diversas fuentes, algunos jefes policiales prohibieron expresamente a los agentes utilizar estas prendas en sus uniformes de trabajo porque, a pesar de estar fabricadas como una primera capa interior ignífuga, están coronadas con cuellos altos que resultan visibles. A pesar de que no pueden vestirla de forma visible, muchos ertzainas optaron por llevarse la camiseta a casa. Otros «se negaron» a llevárselas porque son del color que representa a otro cuerpo policial. En este caso, el de la Guardia Civil.

Los uniformes de la Ertzaintza han estado tradicionalmente sometidos a todo tipo de polémicas: controversias de corte operativo, que atañen a la seguridad y a los materiales que se emplean para fabricar la ropa, y disputas que se adentran en el terreno identitario.

El anterior Departamento de Interior que dirigía Rodolfo Ares comenzó en 2010 un proceso de renovación de los uniformes que todavía no ha concluido. A pesar de que se trataba de una insistente petición de los sindicatos, la renovación del vestuario también ha estado sujeta a críticas internas porque se ha ido realizando de forma escalonada. Según denuncian las centrales, todavía hoy, casi tres años después de que se publicase la primera orden del exconsejero sobre el cambio de reglamentación en la uniformidad del Cuerpo, muchos agentes carecen del material necesario. En este sentido, el nuevo Departamento de Seguridad ha defendido desde el primer momento que su principal objetivo en este ámbito era concluir la renovación del vestuario. Sin ir más lejos, a mediados de agosto el Ejecutivo autonómico abrió el proceso de licitación para poder dotar a la Policía vasca de nuevos buzos y material ignífugo en los próximos meses a través de dos contratos que rondan el millón de euros.

En el terreno de lo simbólico, el PNV también han cuestionado recientemente las medidas emprendidas por el Ejecutivo del PSE en esta materia. En concreto, representantes del PNV criticaron la decisión de retirar la tradicional txapela del uniforme de calle para sustituirla por gorras. Por ahora, no habrá cambios en este aspecto. Pero a medio plazo la consejería también se planteará una reflexión sobre esta decisión, como ya adelantó este periódico.

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