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Bordiú observa a Perera.
Agosto por montera
GENTE

Agosto por montera

Carmen Martínez Bordiú ha encontrado en el diestro Miguel Ángel Perera la excusa perfecta para pasarse el verano de feria en feria

ARANTZA FURUNDARENA

Domingo, 18 de agosto 2013, 11:42

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Carmen Martínez Bordiú se ha puesto a seguir a un torero en plan '¡Siga a ese taxi!' Es decir, con gran determinación y contumacia. Ella siempre ha presumido de ponerse el mundo por montera. Pero ahora es una montera la que mueve su mundo. No es nuevo. Esto ya viene de atrás. Carmen lleva varios años militando en la peña del diestro Miguel Ángel Perera y siguiéndole de plaza en plaza. Y este verano no iba a ser diferente. O sí... Porque, al contrario que en los anteriores, no acude desparejada a los tendidos sino que la acompaña, además de algunas amistades (Nuria González, Fernández Tapias, Isabel Preysler...), su nuevo (presunto) novio, el empresario del desguace Luis Miguel Rodríguez. Compartir la afición taurina es tener mucho terreno ganado (nunca mejor dicho). Y cunde una barbaridad. Hay quien puede pasarse horas comentando una media verónica o una estocada en todo lo alto... Tal vez una de las principales grietas entre José Campos y la Bordiú fuera que él es más de fútbol.

Igual que Joaquín Sabina sigue a José Tomás, Ramón García sigue a Enrique Ponce y Ava Gardner perseguía a Dominguín, a la 'nietísima' le ha dado por peregrinar en pos de Perera. Hace tiempo incluso llegó a pensarse que la cosa iba más allá del estricto sentido taurino y que a Carmen, de este extremeño de 29 años que actualmente es octavo en el escalafón, le gustaba todo, incluso algo más que los andares. Pero luego se ha visto que su pasión por él no va más allá de los ruedos. Antes, cuando estuvo casada con el anticuario Jean-Marie Rossi, la Bordiú hacía la ruta del perfume: Londres, París, Nueva York... Pero desde que ha aparcado lo gabacho y se ha reconvertido al casticismo cañí, sus destinos son Pontevedra, Huesca, Gijón... Y si de verdad piensa prolongar su 'pererismo' hasta septiembre le quedan, entre otros enclaves, Albacete, Palencia, Murcia, Cuenca y Antequera.

De Miguel Ángel Perera, como de cualquier otro torero, se ha escrito casi todo. En alguna mala tarde han llegado a comparar su muleta con «una alfombra voladora», pero en sus momentos inspirados los críticos lo describen como un «torero en el que habita el temple y lleva al toro embebido en los vuelos de la franela». Sus acérrimos defensores evocan «tardes épicas y memorables en las que no ha vuelto la cara, venciendo las adversidades y en las que la cornada es tan solo la anécdota ante la gallardía del hombre». Ahí es nada. Esta temporada lleva cortadas 25 orejas, pero ningún rabo, por más que Carmen se desgañite pidiéndolo en los tendidos con un fervor comparable, según Paloma Barrientos, al de una 'groupie' de Justin Bieber. Cuenta dicha periodista que en una plaza Carmen llegó a pedir tres orejas con su pañuelo. Se entiende que no las tres a la vez, pues se supone que la Bordiú, al menos en lo elemental, conoce al toro.

¿Por qué sigue a Perera y no a Padilla, por ejemplo, que tiene más morbo y está más alto en el escalafón? Es un misterio del que solo ella sabe la respuesta. Pero sin ser Padilla ni Talavante, ni la revista '¡Hola!', con la que la nietísima lleva recorrido medio mundo por la cara, Perera le está dando a Carmen la excusa perfecta para no parar en casa.

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