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GERARDO ELORRIAGA
Domingo, 7 de julio 2013, 12:20
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Boko Haram asaltó la madrugada de ayer el Government Secondary School de la población de Mamudo, en el norte de Nigeria, provocando la muerte de, al menos, 42 personas. Las víctimas son alumnos que pernoctaban en la residencia de este centro público de enseñanza media y un profesor que fue ejecutado por los guerrilleros. El atentado es el más grave desde que el Gobierno declaró el pasado mayo el estado de emergencia en tres provincias del norte del país. La población afectada se halla en Yobe, uno de los territorios más golpeados por la militarización.
Los milicianos prendieron fuego a los edificios administrativos y los dormitorios de los estudiantes antes de disparar contra ellos. Las instalaciones acogían a un total de 1.200 niños y adolescentes y, según testimonios de los superviventes, algunos perecieron atrapados por las llamas, mientras que otros muchos consiguieron huir a la espesura cercana. «Todo el mundo comenzó a correr después de oír los tiros. (Los pistoleros) siguieron atacando y yo pude ver a muchos alumnos caer al suelo», agregó a Efe uno de los supervivientes.
La ofensiva del Ejército contra los insurgentes islamistas ha evidenciado la magnitud del poder de los radicales, que ya controlaban las áreas ribereñas del lago Chad. La orden de desplegar miles de soldados tuvo lugar tras un enfrentamiento en la localidad de Baga, saldado con la muerte de 200 personas, y afectó a los Estados de Yobe, Adamawa y Borno, epicentro de la rebelión.
El contraataque masivo, de cuyos resultados apenas hay información contrastada, no ha detenido la sangría constante en el norte de Nigeria. A lo largo de los últimos meses se han seguido produciendo atentados contra miembros de las numerosas iglesias cristianas radicadas en la zona dentro de la estrategia de limpieza étnica y religiosa impuesta por los yihadistas. El Gobierno, sin embargo, ha asegurado que la naturaleza de los últimos ataques de la secta islamista demuestra que la banda está siendo derrotada.
Odio a Occidente
El ataque contra el instituto se inscribe en la política que lleva a cabo Boko Haram -cuyo nombre significa en lengua hausa 'la educación occidental está prohibida'- para suprimir la influencia foránea. En los dos últimos años, el grupo ha incendiado oficinas gubernamentales, escuelas y dispensarios en su intento de impedir campañas de vacunación.
Mamudo se halla en el área suburbana de la ciudad de Potiskum, donde en febrero tres doctores norcoreanos fueron degollados y, hace un año, desconocidos irrumpieron en un mercado de ganado y asesinaron a sesenta participantes. Los medios locales denuncian la situación de indefensión de la población y advierten de que este suceso impulsará la desescolarización, fenómeno en creciente aumento en las zonas más inestables.
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