Las 'lagunas' de los junteros sobre el bono cultura

En la comisión de Cultura de ayer también se debatió una proposición del PSE sobre el bono cultura, aquel cheque-regalo de 15 euros para comprar libros y discos en Navidad que ideó el Gobierno de Patxi López. La iniciativa logró un éxito inesperado y acabó convirtiéndose en su proyecto estrella en materia cultural. Sin embargo, el Gabinete Urkullu decidió eliminarlo de sus presupuestos con la intención de idear un producto «más ambicioso».

A priori era un debate sin trascendencia (la propuesta a favor del bono fue rechazada) pero sirvió para evidenciar que los junteros allí presentes, cuanto menos, no se habían preparado el tema. Por ejemplo, la representante de Bildu Irune Soto. A la hora de justificar su voto negativo aseguró que no tenían datos de qué personas se beneficiaban del bono, dónde lo empleaban y qué compraban con él. Podía darse el caso de que «alguien con unos ingresos medios-altos» fuera a una «gran superficie» y adquiriera un disco cualquiera. «Y todo con dinero público». ¿En qué beneficia eso a la cultura vasca?, vino a decir. El problema de su razonamiento, que repitió en varias ocasiones, es que las grandes superficies estaban expresamente fuera de esa iniciativa desde el primer año. Los bonos sólo podían canjearse en pequeños establecimientos (387 en todo Euskadi), como librerías, tiendas de discos o salas de conciertos. Las palabras de Soto no fueron corregidas ni tan siquiera por los socialistas.

Minutos después le tocó el turno a Jon Sánchez, del PNV. Pidió al PSE que retirara el punto porque, «como los presupuestos del Gobierno vasco están prorrogados, no tenemos ningún indicio de que este año el bono cultura se vaya a quitar». En repetidas ocasiones -ayer mismo a este periódico-, el actual Departamento de Educación y Cultura, también en manos del PNV, ha dejado claro que no lo retomará. «Está totalmente descartado», insistió ayer un portavoz de Lakua.

Sánchez también justificó el voto negativo de su grupo porque el bono «no llegaba a todos los pueblos y era difícil que sus vecinos lo usaran». Ninguno de los junteros le puntualizó, tampoco los socialistas, que el cheque podía adquirirse en Bizkaia en la red Teleka de Kutxabank -con casi 150 cajeros en todo el territorio- y que podía canjearse en 209 comercios, en su mayoría en Bilbao, pero también en Orduña, Zalla, Derio, Ondarroa o Gordexola, entre otros municipios.