El deterioro del tejado y de los aleros obliga a vallar la iglesia de San Juan

Un vallado rodea el inmueble de la iglesia de San Juan, pero no porque se vaya a trabajar en su reforma para acoger un museo, una sala de ensayos y conciertos o un sede de asociaciones ciudadanas, que son algunas de las propuestas que en distintos momentos se han puesto sobre la mesa pero no han pasado del papel. El inmueble, casi vacío y sin apenas mantenimiento, sigue deteriorándose. Ahora le ha tocado el turno al tejado y eso ha obligado a limitar el acceso para evitar accidentes por posibles desprendimientos.

«La parte del alero de la cubierta que da a la plaza del Mercado está mal. El tejado es lo que peor se encuentra», reconoció ayer el alcalde Fernando Campo. Así que tras una revisión de los bomberos para retirar los elementos con más riesgo de caerse, se ha optado por vallar el perímetro de un inmueble cuya titularidad comparten la administración local y propietarios particulares. En manos del Ayuntamiento está la parte que mira a Eras de San Juan y el solar de la parte posterior, pero no el edificio que da a la plaza del Mercado.

De todos modos, Campo apuntó que la Concejalía de Urbanismo está trabajando en estos momentos en un proyecto de actuación para eliminar cualquier peligro. Pero nada más y eso que mucho ha llovido desde que en 1977 se solicitara la declaración de Bien de Interés Cultural y se redactara el anteproyecto de rehabilitación. De nada sirvió tampoco que por estilo gótico fuera catalogado en el PERI como un edificio con Protección Integral. Si hasta ahora su imagen ya dejaba mucho que desear más ahora rodeada por un valla metálica que se coloca casi coincidiendo con la apertura del CIMA (Centro de Interpretación de Miranda Antigua) que se encargará de organizar, entre otras actividades, visitas guiadas al Casco Histórico.

Pero la situación del inmueble en su conjunto no es nueva. De hecho, ya en 1984 se abordó la demolición de galerías y en 1991 se declaró en ruina un edificio anexo, para 2 años más tarde llevarse a cabo el arreglo del tejado de la iglesia, la segunda más antigua de la ciudad, pero que está desacralizada desde 1875 después de que un año antes se hubiera desplomado la torre.