Miranda avanza en la creación de un centro sobre Valpuesta

Es un motor de desarrollo cultural, pero también económico. Una capacidad del idioma al que, hasta la fecha, no se ha sacado partido y que podría ser fuente de ingresos y de creación de puestos de trabajo en la ciudad si se lleva a efecto el Centro de Documentación sobre Valpuesta y, por tanto, también sobre el castellano, que se quiere impulsar desde el Ayuntamiento y para el que espera contar con el respaldo de la Junta.

De momento, se avanza en los primeros pasos. La próxima semana, el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua tiene previsto entregar al Consistorio un informe sobre el contenido y las características que una iniciativa con esa singularidad debería contemplar.

En los últimos tres meses, desde que recibieron el encargo, integrantes de la institución han trabajado en elaborar «un guión perfectamente establecido de qué tendría que abarcar y de las actividades a realizar, así como un plan de gestión», explicó Alejandro Sarmiento, gerente del instituto.

Una vez que ese proyecto de consultoría esté en manos del Ayuntamiento, se trasladará a la Junta, que fue la que planteó la conveniencia de contar con este tipo de estudio como paso previo a cualquier actuación.

Concretamente, fue la consejera de Cultura y Turismo, Alicia García, quien por carta animó a Campo a «profundizar» en el conocimiento de las necesidades, los costes y la disponibilidad presupuestaria», así como en un modelo de gestión sostenible, un programa de actividades y una posible ubicación.

Esto último también parece estar claro: se ubicaría en la conocida como 'casa del indiano', un chalé de más de 1.500 metros cuadrados, con jardín, que desde hace años es propiedad municipal y al que aún no se ha dado ninguna utilidad, pese a que se llegara a hablar en su día de reubicar allí la guardería del barrio o incluso la sede vecinal.

Ahora el planteamiento es otro. Campo considera que es un lugar idóneo para albergar el centro dedicado a Valpuesta. Se trata de «una casa amplia, en un barrio recién arreglado que se podría promocionar y, además, bien comunicado por su proximidad a la N-1 y a la salida de la autopista.

Así que una vez que se conozca el diagnóstico del instituto de la lengua, Campo cree que será el momento de llamar de nuevo a la puerta de la Junta. «Nos tendremos que sentar para ver cómo financiamos el centro entre ambas partes, porque no es solo un tema de Miranda, es del castellano y eso compete a toda Castilla y León».

Una valoración que realizó ayer durante la presentación de los cursos de verano de la UBU en Miranda, en la que estuvieron presentes, entre otros, el vicerrector de la universidad, René Payo, y el gerente de instituto, Alejandro Sarmiento. Y es que, precisamente, uno de los programas, se centrarán es estudiar 'De Valpuesta a Silos, los orígenes del Castellano'. Una propuesta en la que está, tal y como reconoció el gerente de la institución, «el horizonte de trabajo del propio instituto de la lengua». Y es que las ponencias que se llevarán a cabo del 8 al 11 de julio mostrarán los «esbozos de los trabajos que abordaremos los próximos 5 años con los becerros de Cardeña y Oña». También se dará cuenta del trabajo realizado durante los últimos siete años por un equipo de paleógrafos dirigidos por Manuel Ruiz Asencio, catedrático de la Universidad de Valladolid y que hablará en el curso sobre los 'Fondos documentales básicos para el estudio de los orígenes del castellano'.

Cartularios y ejercicio físico

Durante cuatro días y en sesiones matinales también se hablará sobre los Cartularios de Valpuesta, los de Silos o Gonzalo de Berceo y San Millán de la Cogolla. El objetivo, apuntó Mercedes Andrés, la directora del curso, es «hacer una reflexión sobre la diacronía y sincronía de los distintos documentos escritos del primer castellano, relacionando distintos textos de la región, para saber qué peculiaridades históricas tienen, dónde han aparecido y porqué son los primeros balbuceos del castellano».

Algo que puede ser de interés para un amplio colectivo si tenemos en cuenta que esa lengua es «nuestro mayor valor patrimonial», especialmente en una zona como Miranda, tan relacionada y próxima a Valpuesta.

Unos días después se celebrará la quinta edición del curso Actividad Física para la Salud, que un año más organiza el Grupo de Investigación en Actividad Física y Salud y dirige el médico Fernando Herrero. Se desarrollará del 15 al 18 de julio y, en esta ocasión abordará desde la teoría y la práctica la importancia del ejercicio y del enfoque correcto que se le debe dar en personas con ceguera o baja visión, en gente que sufre de esclerosis o hipertensión.

También se analizarán y ejercitarán técnicas con buena acogida como biomúsica o pilates, que «están haciendo un papel en el ámbito social porque son muchos quienes se inclinan por su práctica», y se valorará la influencia de la actividad física frente al estrés y el envejecimiento.

Son muchos los aspectos que se trabajarán en cuatro días, en un curso que busca «dar continuidad a las ediciones precedentes, con el mensaje de que la actividad física es un medio para prevenir enfermedades y mejorar calidad de vida, más en esta época en la que los gastos en Sanidad cada vez se recortan más», concluyó Herrero.