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Suceso de Deusto

«Tenemos auténtico terror», denuncian en el vecindario donde se produjo la violación

Los residentes acusan a Cáritas de no haberles informado «en ningún momento» del uso que se le iba a dar a la casa

BRUNO VERGARA

Domingo, 26 de mayo 2013, 17:36

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La agresión y violación el pasado jueves a una educadora social a mano de un hombre, de 45 años y de origen magrebí, que residía en un piso de acogida ha conmocionado a la sociedad bilbaína. La comunidad de vecinos de la calle Erdikoetxe, donde sucedieron los hechos, ha querido transmitir su apoyo a la víctima, y entienden la inseguridad que padecen el resto de cuidadoras, pero afirman que ellos también sienten «miedo». Es más, están «aterrorizados» porque las personas que acuden a esos pisos «puedan hacernos algo. Nuestros niños y nosotros también nos sentimos en peligro. Estamos solos en el ascensor, en la escalera...», dice alarmado el presidente de la comunidad, Miguel Ángel López.

Los residentes no dudan del buen hacer de Cáritas, pero denuncian que esta asociación «en ningún momento» les informó sobre «el uso» que se le iba a dar a esta vivienda. «En un principio nos comunicaron que el piso iba a destinarse a los monitores, pero con el paso del tiempo vimos que otro tipo de gente entraba y salia del mismo», señala Miguel Ángel. Y hacen hincapié en que esta organización instaló ese piso «sin nuestro conocimiento ni consentimiento». En repetidas ocasiones han tenido que dar un toque de atención a los residentes de esta vivienda por «el ruido» que hacen. En ningún caso lo han denunciado, ya que lo han puesto en conocimiento de los monitores y estos han atendido sus quejas. «Al de cuatro días se repite la historia. Tenemos serias dudas del nivel de convivencia de estas personas», señalan.

Los vecinos quieren transmitir a Cáritas su problema. Les gustaría reunirse para dialogar y que les den «explicaciones» de por qué se instaló ese tipo de vivienda en su bloque sin comunicárselo. Tras la agresión sufrida por la cuidadora, la organización «no se ha puesto en contacto» con ellos. Además, quieren transmitir al alcalde, Iñaki Azkuna, que «tenemos derecho a la seguridad». En esta línea se preguntan «cómo es posible que estas personas no tengan una vigilancia adecuada». Recuerdan el brutal suceso del jueves y se estremecen. Piensan que este tipo de ataques son propios de «alimañas» y que le puede pasar a cualquiera que se cruce en su camino. También expresan su «preocupación» por las jóvenes y los niños. «No sabemos quién es esta gente ni de dónde viene», denuncian.

«Nos defenderemos»

Cáritas, que recibe una subvención de la Diputación para cubrir siete plazas de personas en situación de riesgo de exclusión en Bilbao, informó el viernes que «es la primera vez en los casi 60 años de historia de la entidad que ocurre una agresión de estas características y esperamos que sea la última. Estamos con las personas agredidas y sus familias para lo que puedan necesitar». Los vecinos urgen una reunión con la entidad asistencial «lo antes posible» y advierten que tomarán medidas para «defenderse». «No es solo un problema de los cuidadores sociales, nosotros también tenemos miedo».

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