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ÁNGEL GARRAZA
Miércoles, 3 de abril 2013, 03:08
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Es la primera vez en la actual temporada que desde el club se convoca a los medios informativos con el objetivo de lanzar una serie de mensajes -de forma directa e indirecta- que tuvieron, en esta ocasión, varios destinatarios; tanto la plantilla, como el cuerpo técnico y la afición. El director general del Mirandés, Elías Espiñeira, fue el encargado de transmitir las sensaciones de la junta directiva -a la conclusión de encuentro del pasado domingo el enfado de los directivos era visible- tras los últimos resultados y las opiniones mostradas por parte de la afición con motivo del choque ante el Villarreal en una alocución que sirvió fundamentalmente para comprobar dos hechos: la confianza absoluta en los jugadores y técnicos, porque de hecho hoy en día el equipo está fuera del descenso, con un punto más que el Hércules, pero también de una manera tremendamente sutil supuso un 'tirón de orejas' dirigido y focalizado principalmente en el entrenador Carlos Pouso tras recordar éste a la grada de dónde viene el club.
El propósito, descrito a lo largo de los 25 minutos en los que se prolongó ayer la intervención de Espiñeira sobre este asunto en la sala de prensa de Anduva, es que no se pierdan los valores que ha caracterizado a este equipo y se respete la opinión de la afición tras los pitos que se escucharon el pasado domingo en Anduva a causa de los cambios y a la finalización del duelo.
Aunque confirmó que estos días, antes del viaje a Barcelona, trasladarán al conjunto de la plantilla «el cariño, la total confianza en ellos, jugadores y técnicos y, a la vez, el fastidio por el desarrollo de los últimos partidos, sabiendo contra quiénes jugábamos», no dejó pasar la oportunidad para lanzar un mensaje de tranquilidad porque después de la jornada 32 «seguimos fuera del descenso. Y eso es lo más importante ahora».
Defendió a los futbolistas al calificar de «plantilla íntegra, competitiva, profesional y de auténticos caballeros a los jugadores que están y los que se marcharon en el mercado de invierno» y despejó cualquier duda que pueda existir en el entorno al asegurar que «en el vestuario existe unidad total y no hay ninguna grieta ni siquiera entre los jugadores que no juegan porque todos asumen su rol y anteponen lo colectivo al interés personal».
Espiñeira agregó que «tenemos constancia de que existe unidad, entramos en una fase en la que en otros clubes hay primas por objetivos, pero aquí cobran religiosamente y nos atenemos al presupuesto, del que el setenta por ciento está destinado a cumplir con la plantilla y eso es un porcentaje bestial para una entidad de estas características».
Confesó que «tanto Carlos Lasheras como el directivo responsable o el área de Comunicación hablan de forma regular con los capitanes y nos transmiten eso, aunque es lógico que los que no juegan están menos contentos».
Competitivos y responsables
Una vez que reiteró que tanto los protagonistas como los técnicos son los que van a concluir la temporada en el club, desde la dirección general de la entidad se destacó que «se tiene la misma confianza en todos los jugadores y en el cuerpo técnico que hasta hace unas semanas» y se apeló a «no perder nunca de vista los valores que han hecho crecer a este club; nos lo dice Pouso en cada reunión: humildad, trabajo y constancia».
No quiso decir que se hayan perdido pero sí apuntó que «no podemos dejar nunca ese carácter competitivo que ha caracterizado siempre a este equipo; estoy convencido de que Pouso, Lluis, Fito, Juanra, Barbero, Arancha piensan que son unos privilegiados al estar en Segunda, pero saben que eso también conlleva unas responsabilidades y no nos cabe la más mínima duda de que no se va a perder eso que parte de la afición cree que se ha podido perder, carácter competitivo; no podemos sentirnos inferiores a los demás, aunque seamos un club modesto y el presupuesto más bajo de la categoría, pero estamos en la misma categoría y debemos intentarlo en cada partido y hasta el último instante».
Acerca de la afición, subrayó que «tenemos que ser tolerantes con su opinión; cuando lo hace de forma educada y no agresiva hay que acatarlo y si hay que corregir algo, tomar nota; pero siempre hay que respetar y comprender lo que dice».
La actualidad se la ha llevado en los últimos tiempos la conversión en Sociedad Anónima Deportiva, un hecho que en el club se piensa que ha podido desviar la atención de lo que ahora realmente vale, «que es el tema deportivo». De ahí que Espiñeira quiera zanjar esta cuestión. «A partir de ahora no vamos a entrar en otros debates que no sean los puramente deportivos, porque no tiene sentido, ya que lo primordial es mantener la categoría; no vamos a ir a otros frentes porque lo que queremos es lograr esos dieciséis puntos que nos hacen falta para lograr el objetivo».
Desde la entidad se reiteró que «no hay dos Mirandés, solo hay uno para todos, jugadores, técnicos, directiva y afición; no se va a entrar en los debates que busquen dividir; ya habrá tiempo de hacerlo».
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