'Terminator' llega al Tribunal de La Haya, acusado de crímenes contra la humanidad

Bosco Ntaganda, también conocido como 'Terminator', aterrizó en Holanda procedente de Ruanda, donde ayer fue entregado a oficiales del Tribunal Internacional de la Haya. El 'señor de la guerra' congoleño había llegado el lunes a la Embajada estadounidense en Kigali y solicitado la entrega a dicha Corte, ante la que comparecerá el martes. El Departamento de Estado norteamericano admitió la petición y declaró su intención de facilitar los trámites para cumplir la solicitud con celeridad, a pesar de que Washington no reconoce a la entidad judicial de manera oficial. Curiosamente, la cuenta de Twitter de Louise Mushikiwabo, ministra de Exteriores del país africano, ha sido la fuente de la información tanto de su acogida en la legación como en lo que respecta a la salida hacia Europa.

El líder rebelde cruzó el sábado la frontera tras ser derrotado por una facción del M23, un movimiento que, presuntamente, creó el pasado año y que se ha dividido recientemente en dos facciones enfrentadas violentamente. El bando proclive a Ntaganda fue vencido por las armas y el señor de la guerra huyó de Congo con varios cientos de sus fieles. No existe ninguna certeza sobre lo que ocurrió desde su entrada en suelo ruandés y la aparición en la sede diplomática, aunque persiste la sospecha de que las autoridades lo conminaron a elegir esta vía. El Gobierno de Paul Kagame ha sido acusado reiteradamente de sostener la rebelión en la región de Grandes Lagos apoyando a las milicias étnicamente afines para mantener su ascendiente político y controlar el tráfico ilegal de materias primas.

La Haya acusa a 'Terminator' de haber perpetrado crímenes de guerra y contra la Humanidad. Entre los diez cargos que se le imputan destaca el reclutamiento de niños soldado o la matanza de Kiwanji, saldada con el asesinato de 150 vecinos a manos de tropas bajo su dirección. El antiguo líder rebelde se integró en el Ejército en 2009 tras los acuerdos de paz entre el régimen y la guerrilla del general Laurent Nkunda, a la que pertenecía.

La plácida residencia en la ciudad de Goma, donde posee grandes bienes raíces y negocios hosteleros, se quebró el pasado año tras la difusión de rumores sobre su próxima extradición a La Haya. Esta sospecha propició su salida de las Fuerzas Armadas y la creación de las milicias del M23. Tras la captura de la capital de Kivu Norte, se estableció una vía para una solución negociada al conflicto en la zona, causa de las disensiones internas. Su hipotético enfrentamiento con el sector partidario de la negociación con el Gobierno congoleño parece haber precipitado la entrega a Ruanda.