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fiesta de Halloween

Una imprenta confeccionó 17.500 entradas para la fiesta del Madrid Arena, 7.000 más que el aforo

El encargado del taller admite ante el juez que recibió el encargo de Diviertt para la noche de Halloween en la que murieron cinco chicas en una avalancha

R. C.

Domingo, 10 de marzo 2013, 02:12

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La empresa Diviertt encargó a una imprenta la confección de 17.500 entradas para la fiesta de Halloween que organizó el pasado 1 de noviembre en el Madrid Arena y que se cobró la vida de cinco jóvenes de entre 17 y 20 años en una avalancha humana. Es decir, casi 7.000 tiques más que el aforo permitido en el recinto. Así lo reconoció el administrador del taller de artes gráficas, Ramiro Aguado, ante el juez de Instrucción Eduardo López-Palop, encargado de la investigación del caso.

La petición de un número tan elevado de entradas contrasta con la capacidad del Madrid Arena, que está estipulada en 10.600 asistentes. Esta nueva evidencia parece apuntar a que se vendieron más entradas de las permitidas, lo que habría influido en el sobreaforo que, a la postre, causó las avalanchas en las que fallecieron las cinco chicas.

Según declaró Aguado, Diviertt realizó cinco pedidos por correo electrónico a la imprenta, cuyo transportista entregó en las oficinas de la promotora del evento, propiedad de Miguel Ángel Flores, principal imputado en el caso.

El administrador de la imprenta presentó en el Juzgado el pasado 21 de febrero los encargos por correo electrónico, excepto uno, debido a que fue destruido un mes después por el programa informático, y cinco partes de pedido y planchas. El último de ellos se realizó el 9 de octubre, 21 días antes de la tragedia, y consistió en 8.000 nuevos tiques de acceso. Además, Aguado aportó una muestra de numeración y código de barras, que llevan cuatro colores y una tinta invisible como elementos de seguridad que no existirían en las copias falsificadas, si las hubiera.

Desmonta la defensa

Aunque los responsables de Diviertt se han defendido siempre argumentando que no se vendieron más entradas de las permitidas, el posterior recuento judicial desveló que en ocho urnas encontradas en el Madrid Arena había más de 16.700 boletos, cifra que supera en un 58% el aforo autorizado. Flores aseguró ante el juez que «únicamente» puso a la venta 9.650 entradas. Una de las estrategias de defensa planteadas por la defensa de Flores ha sido la sembrar la sospecha sobre la posibilidad de que las cajas en las que se hallaron esas 16.700 entradas hubieran sido manipuladas tras romperse la cadena de custodia del 1 al 16 de noviembre, fecha en la que fueron encontradas por la Brigada de Homicidios, ya que hasta entonces habían permanecido sin ser halladas en un edificio anexo del Madrid Arena. La prueba de que sí se imprimió ese número de billetes parece dar al traste con este supuesto en el que hasta ahora había confiado la defensa del imputado.

Esta semana también se conoció que al menos 8 de las 21 llamadas realizadas la noche de la tragedia en el Madrid Arena al teléfono de Emergencias alertaron de la situación que se estaba viviendo por el sobreaforo. «Hay tanta gente que no he podido entrar», decía una chica para alertar a la Policía sobre la situación a las dos de la madrugada, una hora antes de la avalancha.

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