Los vecinos crean una asociación para revitalizar el Puerto Viejo de Algorta

«Queremos que se sepa que el Puerto Viejo no es un escenario ni un escaparate, sino un pueblo vivo donde residen personas». Detrás de una imagen bucólica siempre hay una realidad. Cada barrio tiene sus problemáticas y sus gentes luchan por paliarlas. Con este objetivo los vecinos del coqueto enclave algorteño han creado una asociación que, después de dos años, empieza a dar sus primeros pasos. La conforman un tercio de las 150 familias que viven en el barrio, aunque su directiva espera atraer «poco a poco al cien por cien».

«Nos ha costado mucho llegar hasta aquí», confiesa Iñaki Ullibarri, presidente de la Asociación. Tras una treintena de reuniones, consensuaron las problemáticas y propuestas a presentar al alcalde, Imanol Landa, con el que el pasado febrero mantuvieron una reunión «muy positiva». Alumbrado, lucha contra las ratas, termitas y cucarachas, mejora de las placas de las calles o la habilitación de un aparcamiento para residentes fueron algunas de estas cuestiones. También expresaron su deseo de que se revisen las canalizaciones de agua, que ocasionan «problemas de humedades a multitud de vecinos y que afectan también a la conservación de las casas», o que se estudie el soterramiento del cableado que hoy serpentea por las fachadas «como se hizo en el casco viejo bilbaíno».

La limpieza es otro de los puntos que les preocupan. Retirar y limpiar las piedras y el verdín que se forma en las calles y también sanear periódicamente la arena de la cala. Entre sus reivindicaciones, los vecinos piden una «mejora global» del paseo del parque de Jenaratxu, entorno que recibe el nombre de Jenara Echevarria, una mujer que era propietaria de varias huertas en la zona a las que se conocía con este nombre.

Ayudas de mantenimiento

Al tratarse de un conjunto protegido, las casas de este pequeño emplazamiento de Algorta deben mantener una armonía con el paisaje. Pero esta obligación deja oculta las «trabas» que soportan sus residentes. La secretaria de la asociación, Patricia Martínez, planteaba la posibilidad de recibir más ayudas públicas para garantizar la conservación de las casas, ya que se trata «de un pueblo humilde donde vive mucha gente mayor».

Aunque, no todas las propuestas de los vecinos del Puerto Viejo tienen que ver con las problemáticas de los residentes. También presentan ideas como el mantenimiento de la tradición de las embarcaciones de remo, la apertura de una tienda-local multiservicios o incluso de un local social. Otro de sus planteamientos es permitir de forma permanente durante el período estival el asado de sardinas para su posterior degustación, o iniciativas más simpáticas como la instalación de campos de futbito o baloncesto, un rocódromo o juegos infantiles en el espacio ubicado en el 'rellano de las piscinas'. Antón Insausti, uno de los vocales de la plataforma, puntualiza que «el 50% de lo que hemos planteado al Ayuntamiento no cuesta dinero. Sabemos la situación que hay y hemos cuidado mucho en no lanzar una idea porque sí, sino estudiarla».