La salida de PNV y Bildu para la deuda perpetua de Eroski y Fagor defrauda a los afectados

«Lamentable y decepcionante». Así calificó ayer la plataforma de afectados por las aportaciones financieras subordinadas de Eroski y Fagor la salida pactada por PNV y EH Bildu en el Parlamento vasco. Los dos partidos se unieron para presentar una enmienda conjunta que consiste en pedir a Kontsumobide-Instituto Vasco de Consumo que actúe de árbitro para determinar si hubo «información engañosa» en la comercialización de esta deuda perpetua por parte debancos y cajas y también para «encontrar soluciones, teniendo en consideración las propuestas de las partes (clientes, emisores y comercializadores)». La «falta de concreción» de la propuesta hace sospechar a la asociación Adicae que se va a seguir el ejemplo de los arbitrajes para las preferentes, que solo solucionan el problema «a un 10% de las víctimas». El PSE y UPyD -el grupo que ha llevado el caso a la Cámara- también arremetieron contra la alianza abertzale, que en su opinión «únicamente busca salir del paso».

La ausencia de detalles de cómo se va a articular el arbitraje es tal que ni siquiera Eroski se comprometió a sumarse a él (es necesario que todas las partes lo acepten para que sea vinculante). La cooperativa se limitó a expresar su «satisfacción por la decisión del Parlamento» y su «total disposición a colaborar activamente con Kontsumobide» para explicar que su emisión «cumplió en todo momento con la legislación vigente».

En la misma línea, Caja Laboral se alegró de que el asunto pase a manos de Kontsumobide y de que en el Parlamento se haya dejado por fin claro su papel como un comercializador más de las subordinadas de Eroski y Fagor. La caja siente que se le ha colocado en el punto de mira por pertenecer al Grupo Mondragón cuando solo ha vendido el 27% de las aportaciones, un porcentaje que se reduce al 21% si se excluye a los cooperativistas.

Defensa de Caja Laboral

La defensa de Caja Laboral corrió a cargo del representante del PNV, Luis Javier Tellería, que dedicó buena parte de su intervención a sacar la cara a la caja de ahorros frente al «intento intencionado de transmitir la exclusiva responsabilidad de la comercialización» a la firma del Grupo Mondragón, cuando otras entidades, con BBVA y Santander a la cabeza, también vendieron las subordinadas. Según explicó, Caja Laboral colocó el 31% de las de Eroski y el 19% de las de Fagor.

Pero fue mucho más lejos. Utilizó los datos que le había pasado Caja Laboral para avalar su tesis de que no ha habido un «fraude masivo» como denuncian los afectados (se calculan unos 40.000), que aseguran que las aportaciones se vendieron como simples depósitos, sin alertar de su carácter perpetuo, su alto riesgo y falta de liquidez. Detalló que de los 12.200 afectados de la caja, un 49,5% son clientes «conocedores del producto y con experiencia inversora». En relación a la otra mitad, los ahorradores no experimentados, precisó que un 29,5% no está en riesgo porque la inversión en aportaciones constituye un porcentaje de su patrimonio inferior al 10%.

Por ello, sostuvo que la solución debe limitarse a «arbitrar ante casos concretos de prácticas incorrectas por situaciones críticas necesarias de atender». «Al escucharle hablar así uno pierde toda confianza en el arbitraje», comentó un portavoz de los afectados, que recordó que el Gobierno vasco ya señaló antes que a Eroski y Fagor no se les podía pedir ninguna responsabilidad.

PSE-EE y UPyD fueron especialmente críticos con Bildu, porque en una primera enmienda a la totalidad había sido mucho más radical al pedir la devolución de la inversión inicial a los clientes que no conocían los riesgos del producto. El parlamentario socialista Txarli Prieto echó en cara al grupo abertzale este «quiebro para ayudar al Gobierno vasco a salir del paso». En la misma línea, el representante de UPyD aseguró que «miles de ciudadanos se van a sentir traicionados por una mayoría de parlamentarios de esta Cámara». Este partido y el PP se abstuvieron en la votación de la enmienda y el PSE-EE votó en contra.