Una ordenanza permitirá llevar a los perros sueltos en horas y zonas concretas

El 31 de julio pasado fue cuando se presentó en el SAC (Servicio de Atención Ciudadana) un escrito, respaldado por 510 firmas, en el que se pedía que se estudiara la posibilidad de «establecer unos horarios en los parques públicos de la ciudad para el esparcimiento de las mascotas». La encargada de hacerlo fue Mari Sol Santos que argumenta también que en cualquier caso dejar al perro suelto «sería siempre bajo la responsabilidad de los propietarios».

Pasado tanto tiempo desde la presentación de la solicitud y al no haber recibido ninguna notificación desde el Ayuntamiento, este grupo de mirandeses pensaba que todo había caído en saco roto, pero lo cierto es que en estos momentos el equipo de Gobierno tiene «muy adelantado un borrador», que servirá para modificar la actual ordenanza; asegura el concejal de Obras y Servicios, Gustavo Modino.

Esas variaciones que «tendremos que presentar al resto de los grupos» está encaminada precisamente al establecimiento de unos horarios específicos en los que los propietarios podrán llevar sueltos a sus perros. «Faltan cosas por concretar y una de ellas es si podrá ser en zonas de todos los parques, o sólo en algunos», pero apunta que la idea es la de poner en marcha esta posibilidad porque al margen de la solicitud formal efectuada por ese grupo de ciudadanos «ha habido también otras personas que nos han hablado de esa inquietud».

Las zonas de esparcimiento para mascotas se están convirtiendo en habituales en muchas ciudades y las fórmulas varían. En unos casos se establecen unas horas al día y, en otros, lo que se hace es acotar zonas en las que los perros pueden permanecer sueltos.

Según parece en Miranda se descarta la segunda opción. Dice Modino que también eso se ha valorado pero «la situación económica en la que nos encontramos nos hace pensar que hay otras inversiones más prioritarias».

Derechos y obligaciones

Las modificaciones «son complejas», pero ya está en marcha ésta puntual y, quizás más adelante se entrará en un cambio más profundo. «Es una legislación que es antigua y tenemos que rehacer, pero eso se hará más adelante».

En ella se establecerán, como en la actual, los derechos y las obligaciones que tienen los propietarios de mascotas. Algunos como la propia Mari Sol Santos que argumenta que «ya que pagamos unos impuestos por el perro, catorce euros por censarlo, ese dinero que se recauda podría revertir para, no se, a lo mejor colocar expendedores de bolsas para que recojamos los excrementos», defiende también que a quienes incumplen la normativa se les sancione con dureza. Hace escasamente dos semanas se ha puesto en marcha una campaña de concienciación de recogida, recordando que no es abono y «a mi me parece bien que se informe, pero creo que quien deja las heces y provoca molestias a los ciudadanos debería pagar, y bien; si tienes un perro debes responsabilizarte», apostilla.