Pedro García Aguado: «Somos la última esperanza de muchos»

Su espíritu de superación hace de Pedro García Aguado un símbolo de esperanza al que muchos adolescentes problemáticos se han aferrado. Cuatro estrena hoy (21.30 horas) la quinta temporada de 'Hermano Mayor', conducido por el exwaterpolista de 44 años. El 'coach' regresa a Mediaset tras haber firmado el contrato más corto de la historia de la televisión. A principios de 2012 rompió con Cuatro para fichar por La Sexta. Dos meses después y tras haber participado en varios vídeos promocionales de la nueva cadena del Grupo Antena 3 dio un paso atrás y volvió a Mediaset. La Sexta ha anunciado medidas legales por incumplimiento de contrato. La demanda podría ascender a 850.000 euros.

- ¿Por qué cortó con Cuatro?

-Fue un calentón. Estaba agotado física y mentalmente. No hubo mala fe, sino ignorancia y falta de comprensión.

- ¿Qué consecuencia ha tenido la ruptura?

- La Sexta me ha demandado por una cantidad ingente de dinero. Incumplí el contrato, tuve un mal asesoramiento.

- 850.000 euros... mucho dinero.

- No sé la cantidad, está en manos de mis abogados. Pero vamos que la crisis me ha golpeado de pleno.

- ¿Qué es 'Hermano Mayor?

- Una píldora contra el mal ajeno.

- ¿Qué vamos a ver en la quinta temporada?

- Casos muy diferentes. Conductas autodestructivas provocadas por mil motivos, desde relaciones tóxicas y machistas a fracasos escolares. Además habrá sorpresas.

- ¿Alguna novedad?

- Los chicos se grabarán ellos mismos y después harán autocrítica. Ya no cuento más.

- ¿Qué es lo más duro que ha visto?

- Muchas situaciones me han dejado K.O. Recuerdo a un chaval que le dijo a su madre «guarra, te voy a asfixiar la vida» y ella se fue a prepararle un colacao.

- ¿Qué parte de culpa tienen los padres?

- Según estos chicos la culpa siempre es de la familia. Los padres pueden tener algo de culpa si han malcriado a sus hijos de pequeños. La etapa temprana de la vida es clave.

- ¿Alguna vez ha sentido miedo?

- No. No son niños malos, solo desesperados, frustrados. Uno me llegó a levantar la mano pero le miré a los ojos y vi que no quería hacerme daño.

- Cómo estarán para recurrir a la televisión...

- Desesperados. Somos la última esperanza de muchas familias. Nos llaman porque no pueden más. No buscan la fama sino vivir en paz.

- ¿Cuál es su fórmula mágica?

- Les trasmito empatía y utilizo la palabra. Intento ayudarles a gestionar la foma que tienen de ver el mundo. Ellos se sienten inútiles.

- ¿Ha fracasado con algún caso?

- Jamás. Si dejáramos a las familias sin haber conseguido un punto de encuentro estaríamos creando fieras. Nunca dejo que ellos sientan que me han vencido.

- ¿Cuándo siente que lo ha conseguido?

- En el momento que me dicen algo así como «no creía en la suerte hasta que llegaste tú». Es muy emocionante.

- ¿Tiene contacto con antiguos participantes?

- Sí. Es un orgullo verles recuperados. Esta temporada alguno de ellos contará su experiencia.

- ¿Por qué cree que le eligieron para este proyecto?

- Ni idea. Supongo que vieron en mí un ejemplo de superación. Estuve enganchado al alcohol y a las drogas y conseguí dejarlo.

- ¿Se ha sentido identificado con los chavales?

- Sí. Yo también lo veía todo negro. Iba de 'calimero' por la vida. Era una víctima del mundo.

- ¿Qué le hizo cambiar?

- Escuchar a la gente de mi alrededor y dejarme ayudar.