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El detenido. /Luis Calabor
«Nos ha dado el tiempo justo de cerrar la puerta y escondernos de los disparos»
suceso

«Nos ha dado el tiempo justo de cerrar la puerta y escondernos de los disparos»

Un hombre descarga su pistola contra la fachada de un pub de Ortuella con treinta personas en su interior y se entrega tras cinco horas atrincherado en casa

JOSÉ DOMÍNGUEZ

Miércoles, 2 de enero 2013, 18:04

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Al final todo acabó en un susto, pero pudo haber sido la primera tragedia del recién estrenado 2013. Martín V. E., de 37 años, se fue ayer a casa después de mantener una discusión en un pub de la Avenida de la Estación, en Ortuella, y volvió con una pistola poco después de las siete de la mañana. Según varios testigos, la cargó delante de las más de treinta personas que en ese momento ocupaban el local y disparó «entre cuatro y seis balas» contra la fachada. No hubo heridos gracias a que los presentes consiguieron cerrar la puerta y protegerse en el interior del establecimiento. El sujeto, que reside a menos de un centenar de metros y presta hoy declaración ante el juez, fue detenido después de permanecer más de cinco horas atrincherado en su domicilio, lo que mantuvo en vilo a los residentes del entorno y obligó a la Ertzaintza a acordonar la zona con un fuerte despliegue.

«Se emborrachó y le cambió la personalidad». Algunos clientes sostienen que serían las cuatro de la madrugada cuando Martín apareció por primera vez en el pub, ubicado enfrente de la estación de Cercanías. «Se le veía muy amable». Sin embargo, las mismas fuentes puntualizaron que, con el transcurso de las horas, su protagonismo fue «cada vez más conflictivo». Según la versión de estas personas, empezó a mostrarse «hostil» y a decir que «él era el que mandaba en el bar». Entonces tuvo una discusión con un cliente, tras lo que fue expulsado a la calle. «Respondió con una amenaza: 'Os vais a enterar'».

Nadie le tomó demasiado en serio y siguieron disfrutando de la fiesta de la primera noche del año hasta que, pasadas las siete de la mañana, volvió a hacer acto de presencia. «Sacó una pistola y empezó a cargarla delante nuestro, con lo que apenas tuvimos el tiempo justo de cerrar la puerta y escondernos de los disparos». Martín efectuó «entre cuatro y seis» tiros contra la fachada.Una de las balas se coló por la ventana izquierda del bar e impactó contra una pared del interior.

Posteriormente, se marchó a su casa. Sobre las ocho y media de la mañana, la Ertzaintza recibía aviso de lo ocurrido y localizaba el lugar donde habían impactado las balas, así como varios casquillos en el exterior del establecimiento. Al conocer que el sospechoso se había ocultado en su propio domicilio, se movilizaron numerosos efectivos policiales hacia la casa.

Seis detenciones anteriores

El sujeto permanecía atrincherado en su interior, así que la Policía autonómica acordonó el entorno de la Avenida de la Estación ante la posibilidad de que realizase más disparos desde el edificio. «Nos dijeron que no nos moviéramos de casa», reconocía una residente en el número 96, mientras otra del 82 apuntaba que «solo nos dejaron salir bajo acompañamiento policial». Incluso los usuarios del tren tuvieron que dar un rodeo para evitar atravesar la zona.

Según informó el Departamento vasco de Interior, mientras los agentes especiales de la Ertzaintza esperaban pertrechados la orden judicial para acceder al domicilio, el sospechoso decidió salir voluntariamente pasadas las 13.00 horas. Según las mismas fuentes, la Policía vasca le había detenido en otras seis ocasiones.

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