Iván Agustín: «Tenemos mucha vida en Segunda»

Mucho ha llovido y muchos partidos (más de 300) ha jugado Iván Agustín con la camiseta rojilla desde que recalara por primera vez en el Mirandés en la temporada 2000/01. Llegó con Toño Casado en el banquillo y su estreno fue un 2 de septiembre en Peralta ante el Azkoyen, partido que se adjudicaba el equipo de Miranda por 2-3. Diez temporadas contemplan al de Logroño en Anduva, un jugador que se dispone a cerrar un 2012 que para él ha tenido todos los sabores del fútbol. El amargo, motivado por una lesión que le mantuvo más de nueve meses alejado de los terrenos de juego y el dulce, al ser también partícipe de otras muchas formas, no solo sobre el césped, del mayor hito jamás alcanzado por su club. Hoy vuelve a resonar en la grada el 'Iván, Iván, Iván Agustín'. El '8' ha jugado por el momento en Segunda diez partidos como titular y en otro encuentro ha entrado en sustitución de un compañero; todo ello suma la cantidad de 772 minutos y una media de 40,6 por duelo. Acumula tres tarjetas amarillas.

-Nadie va a olvidar este 2012. Con la que está cayendo, al menos el Mirandés ha dado una alegría.

- Sí, la verdad es que ha sido un año histórico, para enmarcar, porque hemos conseguido hechos históricos, por una parte jugar una semifinal de Copa del Rey, eliminando a tres 'Primeras' a doble partido y en segundo lugar hemos metido al Mirandés en una categoría en la que nunca había estado en toda su historia después del palo que nos llevamos el año anterior. A nivel personal, he vuelto a competir en octubre y eso ya es importante.

-Y de todo eso, ¿con qué nos quedamos?

-Hombre, yo prefiero quedarme con el ascenso. Quizás, en el momento se viva de forma más intensa y sea más bonito la Copa del Rey, pero creo que para el club es más importante el ascenso a la Segunda División. Ver al Mirandés, que no hace mucho jugaba en Tercera, en la Liga de Fútbol Profesional es muy bonito, también como estamos comprobando es complicado, pero a ver si este club sigue creciendo y mantiene la misma línea de estos años.

-Y para alguien que lleva toda una vida en el club y, además, tras salir de una lesión importante, habrá sido más especial todavía, ¿no?

-Sí, ha sido bonito para todos; está claro que se ha producido en una situación adecuada, si lo intentamos escribir no nos sale un guión tan perfecto. Nos salieron la cosas rodadas desde el principio, este año se ha culminado pero también es cierto que este éxito es fruto del trabajo de años anteriores.

-Quién lo iba a decir, cuando hace tan solo tres años se jugaba contra equipos que hoy en día son rivales del filial. Ahora, los adversarios son Elche, Almería, Las Palmas, Hércules...

-Era impensable entonces alcanzar la Segunda División. Cuando estábamos en Tercera el objetivo claro era llegar a Segunda B y una vez aquí consolidarnos en esta categoría porque pensábamos que era la que le correspondía al Mirandés y, mira por donde, el destino nos ha dado esta alegría, estamos ahí y ahora lo que queremos es estabilizarnos en Segunda División.

-¿Qué hemos pedido en la carta a los Reyes?

-Lo primero es salud para la familia y para toda la gente que te quiere. Luego, tal y como está todo, trabajo para salir de la crisis en la que está la sociedad y ya en el tema deportivo, si se puede pedir algo más, la permanencia del Club Deportivo Mirandés.

-Para lograrla, quedan aún 23 partidos y la distancia con la salvación es muy corta, así que resta mucha vida aún por delante.

-Sí, vamos a demostrar que nos queda mucha vida por delante. La gente que formamos la plantilla está convencida de sus posibilidades y confiamos en lo que estamos haciendo. Salvo en algún partido, encajamos pocos goles, somos un equipo más compacto y a ver si podemos acabar la primera vuelta con una veintena de puntos para comenzar la segunda en condiciones de lograr el objetivo. Esto, como ya se ha dicho, va a ser muy largo, puede dar muchas vueltas y vamos a estar ahí un grupo de equipos para evitar el descenso, así que tenemos que ser fuertes y sobre todo confiar en esta plantilla.

-Salvo en algún partido, el equipo ha dado siempre la cara, lo que ha sido incluso destacado por los rivales. Eso, cuando menos, invita al optimismo.

-Bueno, igual uno a uno no somos superiores a la mayoría de los equipos que nos enfrentamos; entonces nosotros tenemos que correr más, trabajar mucho, estar muy concentrados y funcionar muy bien como equipo. A un partido se puede ganar a cualquiera, si jugamos muy intensos, y eso es lo que tenemos que hacer cada fin de semana.

-¿Creer en las posibilidades es lo más importante en la actual situación?

-Sí, quitando el día del Alcorcón, en el resto pienso que el equipo ha competido bien. Hemos solventado algunos errores que cometíamos al principio y que nos costaron perder algunos puntos; recordamos los partidos en casa ante el Huesca o el Racing, que no merecimos perder.

-¿Se acusó la inexperiencia en esta categoría?

-Quizás pecamos un poco de inexperiencia. El equipo tiene que conceder menos, intentar dar menos posibilidades al contrario porque estamos viendo que esta categoría es diferente a la Segunda B porque aquí, a la mínima, que tienen los rivales te marcan. Estamos trabajando en ello y sí que eso es lo importante, que la gente que estamos en el vestuario confiemos en eso.

-Comentaba esta semana Adolfo Mínguez que este parón viene bien para desconectar, sobre todo, mentalmente. Así que se afrontará la inminente vuelta al trabajo con nuevos bríos.

-Sí, viene bien porque al final son muchas sesiones, mucho tiempo y la verdad es que viene bien un tiempo para desconectar, ya que viene todo muy seguido. Faltan dos partidos para acabar una primera vuelta que ha sido muy intensa, con algunos momentos no muy buenos pero que nos han hecho madurar en esta categoría. Ahora vamos a volver con las pilas cargadas y con toda la intensidad del mundo.

-Antes se hacía referencia a la fe en las posibilidades, pero la conjunción del grupo se antoja vital para superar el escollo.

-Va a ser muy necesario que todos aportemos, tanto los que están jugando como los que no y los que se quedan en la grada. Va a ser una temporada muy larga, pero para todos, así que todos tenemos que sumar lo que podamos.