Díaz de Cerio: «Estamos muy vivos y queremos ahora pasar de 20 puntos en la primera vuelta»

El delantero fue uno de los protagonistas del último triunfo rojillo ante el Hércules, por sus dos goles, por otros tantos que a punto estuvo de anotar y por la doble amonestación que acarreó su expulsión del terreno de juego. Así que tras el disgusto inicial una vez que tuvo que abandonar el césped antes que sus compañeros de forma obligada, se mostraba «muy contento porque hemos ganado y necesitábamos seguir vivos después de venir con la cabeza baja de Ponferrada. Hicimos mucho más que ellos, aunque el resultado al final sea tan apretado, pero creo que sobre el campo ganamos de forma holgada y las caras hoy son otras muy distintas a las del pasado lunes».

Díaz de Cerio también reconoció que «pasaron muchas cosas que no habían ocurrido en otros partidos, como que hasta nos acompañó la suerte porque si analizas los goles fueron de fortuna, dos de ellos, y el tercero parece que atrapa el balón y se le escapa. Salieron las cosas rodadas y en el descanso se habló de no bajar la intensidad y mantener el mismo nivel».

El punta admite que sumar siempre está bien «porque no pierdes, pero es distinto hacerlo de tres en tres. Eso te da un salto cualitativo y ves todo de distinta manera; los empates son buenos cuando ganas después y esta Liga es lo que tiene. La Ponferradina estaba ahí con nosotros hasta hace poco y ahora está en 'play off' y el Guadalajara lleva diez de doce puntos y en cambio el Numancia, Xerez o Castilla, que parecía que los teníamos lejos se han metido en problemas».

Así que este triunfo ha tenido un efecto balsámico, entre otras razones porque «queríamos seguir vivos tras este partido clave, porque era casi una final al ser un rival directo. Quedan ahora tres partidos para acabar la primera vuelta y lo que queremos es pasar de los veinte puntos para encarar la segunda con garantías de estar cerca de la salvación».

Un segundo tramo diferente

Aún hay que afrontar tres compromisos antes de que finalice el primer acto de la competición, pero desde su experiencia el donostiarra ya aclara que en esta categoría «es muy difícil sacar los puntos, no sé que pasa en los campos pero la verdad es que cuesta mucho ganar; se dan casos de que equipos que no avanzaban empiezan a sumar puntos y a apretar, como el Girona el año pasado, que si dura la Liga tres jornadas más se mete en 'play off' después de estar abajo».

Por tal motivo, asegura que al final harán falta los 48 puntos de siempre. «Y tras sumar los tres últimos estamos en una posición idónea para avanzar porque seguro que habrá equipos que van holgados ahora y que sufrirán y al revés porque las segundas vueltas son muy complicadas».

Díaz de Cerio se suma a la opinión de que la salvación pasa por hacerse fuertes en Anduva, así que espera que el campo rojillo se convierta en un feudo inexpugnable para todo aquel que lo visite. «El día del Guadalajara no tuvimos esa chispa que sí demostramos ante el Hércules, el equipo apretó y está clarísimo que la salvación pasa por sacar los partidos en casa; y fuera tenemos que intentar conseguir todo lo que se pueda».

Lo que resulta, además, evidente es que a él, a título individual, le ha cambiado la situación. De no jugar a convertirse en el máximo goleador del equipo, con cinco dianas en Liga y otra más en Copa. «Si me dicen hace meses que iba a llevar cinco goles no me lo creo y pienso que me están tomando el pelo. Cambian las cosas y para eso hay que estar preparado».

El delantero estima que «la gente que no participa tiene que estar preparada para aprovechar la oportunidad; he tenido la suerte de que el míster me ha respaldado con su confianza en los últimos ocho partidos y están llegando goles que sirven para sumar; el del 4-1 perdiendo no vale para nada».

Ante el conjunto alicantino, la conexión entre él y Alain funcionó a la perfección. «Ante el Barcelona, el Madrid o frente al Hércules han sido los partidos más vistosos; somos la noche y el día en todo y eso hace que nos complementemos bien. Pero con Asier (Goitia) también, no nos parecemos en nada ninguno de los tres; de dos en dos se hacen siempre buenas parejas».