Mala alternativa al canon

El Gobierno suprimió el canon digital, denostado por todos, a su llegada al poder y ayer aprobó un decreto por el que entra en funcionamiento un nuevo sistema llamado Compensación Equitativa por Copia Privada; con éste, el dinero que se entregará a las entidades de gestión de derechos de autor, cinco millones de euros en lugar de los 115 que se recaudaron con el canon en 2011, provendrá de los Presupuestos Generales del Estado. Aunque la cantidad sea exigua, la pagaremos entre todos, en lugar de abonarla únicamente los que compren los dispositivos tecnológicos que antes sufrían un recargo. Al margen de que la aportación es ridícula, el sistema no ha convencido a nadie -ya se manifestaron los creadores y productores cuando se suprimió el canon- ni es por tanto una solución a la piratería que corroe a la propiedad cultural y a los medios de comunicación. Se ha consagrado una insana impunidad que afecta a los fundamentos morales de la creación y que las instituciones no consiguen atajar. Así las cosas, y si no se produce un golpe de timón, asistiremos al declive y trivialización de las industrias culturales.