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Sara L.H., en prisión provisional, fue conducida ayer a su casa. /Efe
Hallan otro bebé en el congelador de la mujer detenida en Sevilla
TENEBROSO SUCESO

Hallan otro bebé en el congelador de la mujer detenida en Sevilla

Fue el marido de la sospechosa, que ahora está embarazada de ocho meses, quien descubrió ambos cadáveres

JAVIER CARBONERO

Miércoles, 28 de noviembre 2012, 04:12

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El municipio sevillano de Pilas volvió ayer a estremecerse. Y especialmente uno de sus vecinos, Francisco Antonio. Fue él quien, el pasado día 9, halló en el frigorífico de su casa el cadáver de un bebé congelado, suceso por el que está en prisión su mujer, Sara L.H., acusada de asesinato con alevosía tras haber confirmado que el niño era hijo suyo. Ayer, la historia se repitió y el mismo hombre, en la misma casa, pero en otro congelador, descubrió el cuerpo de otro recién nacido. Ocurrió a mediodía y avisó a la Guardia Civil. Horas después era trasladada al lugar su esposa, que está en prisión preventiva, para llevar a cabo la reconstrucción de los hechos.

Para darle mayor dramatismo a este caso, la mujer está de nuevo embarazada, de siete u ocho meses, y, al parecer, como con el primer bebé hallado muerto, tampoco en esta ocasión sabía nada el marido sobre su estado de buena esperanza. El actual embarazo se descubrió el pasado día 12, cuando Sara L.H. ingresó en la cárcel de Alcalá de Guadaira y fue sometida al correspondiente examen médico. La sospechosa, que, según fuentes del caso, presenta «signos evidentes» de trastorno mental, aseguró ayer sentirse «muy apesadumbrada» y que no recuerda «absolutamente nada» de un segundo embarazo.

Todo son incógnitas en torno al caso, sobre el que ya se había decretado el secreto del sumario desde el primer hallazgo. Ayer, el juez de guardia de Sanlúcar la Mayor acudió al levantamiento del cadáver, que fue llevado al Instituto Anatómico Forense para practicarle la autopsia, mientras el pueblo ardía en rumores. También el marido prestó declaración en el interior de la vivienda de la localidad sevillana.

Fuentes de la investigación no precisaron si se trata de un bebé nacido antes que el hallado en primer lugar, que, según los datos conocidos, habría venido al mundo hace un año y medio, aunque descartan que se trate de un gemelo. La autopsia dirá si data de hace tres años, como afirman diversas informaciones.

Al hallarse el primer bebé, Sara L.H., de 34 años, confesó que era hijo suyo, que murió al nacer y que lo conservó porque «no quería desprenderse de él». También aseguró que era un niño deseado. Los primeros análisis indicaron que había nacido con vida 17 meses antes del hallazgo. También se confirmó que era hijo de la mujer ahora acusada.

A primera hora de la tarde de ayer, Sara L.H. fue trasladada en ambulancia desde la cárcel hasta su casa para la reconstrucción de los hechos. Fue recibida con gritos por los vecinos, en medio de un gran dispositivo policial que acordonó la calle durante varias horas mientras se llevó a cabo la investigación.

«Hay algo muy raro»

Posteriormente, fue conducida a otras dos fincas de la familia de la detenida, en los alrededores del municipio, y al domicilio de su madre, donde la Guardia Civil practicó sendos registros para obtener nuevas pruebas. Fuentes de la Comandancia de Sevilla dijeron que se trataba de «descartar» otras posibilidades y que no hallaron ningún indicio acusatorio. No obstante, buceadores del instituto armado registrarán hoy un pozo de una de las fincas en busca de fetos ocultos.

El alcalde de Pilas, Jesús María Sánchez, no ocultaba su extrañeza por los hechos: «Aquí está pasando algo muy raro, pues a los dos hallazgos se suma que la mujer se encuentra embarazada de ocho meses». Además, se preguntó cómo era posible que después del registro exhaustivo que se realizó en la vivienda con motivo del hallazgo del primer bebé, hace tres semanas, se pasara por alto el cadáver en el segundo congelador que ayer apareció con una pauta muy similar a la primera vez: el padre de la familia, Francisco Antonio, estaba también en esta ocasión limpiando la casa cuando lo descubrió.

Jesús María Sánchez llamó a la calma a la población, pidió que se deje trabajar a la Guardia Civil y a la Justicia y admitió la conmoción general en el pueblo por un asunto de tanta gravedad. Los dos hijos de la pareja, de 11 y 14 años, se encuentran en la vivienda al cuidado de un familiar. Se trata de una tía del marido que es como una abuela para los pequeños, reside en la misma finca, en el piso superior, y está muy afectada por lo sucedido.

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