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Agentes de la Brigada de Intervención de la Ertzaintza irrumpen en el local,. /Luis Calabor
«Las han inmovilizado a punta de pistola»
ATRACO EN ARRANKUDIAGA

«Las han inmovilizado a punta de pistola»

Dos encapuchados atracan un 'súper' de Arrankudiaga tras reducir y encerrar a tres trabajadoras, que fueron rescatadas por la Brigada Móvil

OCTAVIO IGEA

Martes, 20 de noviembre 2012, 13:54

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Pistolas, metralletas, escudos, equipos de asalto... Tres trabajadoras de un supermercado de Arrankudiaga se llevaron ayer el susto de su vida al ser víctimas de un espectacular atraco. No hubo que lamentar daños personales y el botín que se llevaron los cacos no fue cuantificado, pero el desarrollo de los acontecimientos puso en jaque a las mismísimas fuerzas especiales de la Ertzaintza, que llegaron a sitiar el recinto. Las víctimas fueron encañonadas por dos encapuchados que las maniataron y las encerraron en un baño mientras se hacían con el dinero, por lo que los agentes de asalto acabaron irrumpiendo en el inmueble para evitar males mayores y rescatar a las rehenes. Los ladrones escaparon.

Los hechos sucedieron en el 'maxi' que la cadena Dia tiene entre Arrankudiaga, Arakaldo y Llodio, un establecimiento ubicado en plena carretera BI-625, alejado de núcleos urbanos y a pocos metros de un peaje de acceso a la autopista AP-68 que conecta la zona con Bilbao y Vitoria. Eran poco más de las siete y media de la mañana cuando las tres trabajadoras, que preparaban las instalaciones antes de ser abiertas al público, fueron sorprendidas por una pareja de ladrones.

«Las han inmovilizado a punta de pistola», relataban familiares de las víctimas minutos después. Según informaron portavoces de la Policía autonómica, los encapuchados esgrimieron un «arma corta» sobre la que existen dudas de que fuera real. Tras ser maniatadas con unas bridas, las tres mujeres fueron encerradas en los servicios del supermercado, aunque tuvieron la pericia y la sangre fría suficientes para actuar: mientras los ladrones buscaban su botín -portavoces de la empresa aseguran que la cantidad sustraida fue pequeña porque la recaudación del sábado ya había sido trasladada a un banco-, las trabajadoras consiguieron dar la voz de alarma a través del teléfono móvil que portaba una de ellas.

Al lugar se trasladaron rápidamente varias patrullas de la Ertzaintza y un equipo de la Brigada de Intervención, que acabó por asaltar el supermercado. Pasaban algunos minutos de las nueve de la mañana cuando doce agentes se adentraron en el local rodeados de importantes medidas de seguridad y ante la atónita mirada de algunos paseantes. En una primera incursión consiguieron sacar a las empleadas y en una segunda confirmaron que el edificio se encontraba vacío. Ni rastro de unos ladrones que, al cierre de esta edición, seguían sin ser localizados. El amplio dispositivo policial fue reduciéndose a lo largo de la mañana hasta pasar prácticamente inadvertido para los primeros clientes del supermercado. Superado el mal trago, el establecimiento abrió sus puertas a las once, apenas dos horas más tarde de lo habitual.

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