La fuga masiva pone en evidencia la seguridad de las prisiones aztecas

La fuga masiva de reos del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Piedras Negras desató las alarmas en el Estado mexicano de Coahuila, fronterizo con EE UU. Los reclusos protagonizaron la segunda huida más multitudinaria de los últimos seis años al practicar un gran túnel, salir a un patio y cortar la cerca. Tras la fuga, fueron detenidos el director y varios funcionarios del penal, se alertó a las fuerzas policiales y se ofreció una recompensa de 12.500 euros por cada uno de los 129 evadidos.

En principio, las autoridades admitieron que habían huido 132 presos, pero luego aparecieron tres mujeres escondidas en la zona de visita conyugal. Según el fiscal general de Coahuila, Homero Ramos, cuatro horas después de que se diera la alarma, el Grupo de Armas y Tácticas Especiales (GATE) se enfrentó a varios pistoleros en Castaños, cuatro de los cuales, que figurarían entre los fugados, fueron abatidos. Piedras Negras tiene capacidad para 800 internos.