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J. ELIZARAN
Domingo, 16 de septiembre 2012, 05:10
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De Salinas de Añana destaca, por encima de todo, el sentimiento de comunidad que reina entre sus habitantes. Todos arriman el hombro y sacan pecho para darle un empujoncito a la recuperación de esa joya que son sus eras de oro blanco y apoyar la candidatura del Valle a Patrimonio Mundial de la Unesco. Ayer, la localidad puso fin a la cosecha del año -que se ha saldado con 170.000 kilos de sal mineral, tres veces más que durante la pasada campaña-, con una gran fiesta. Toda una demostración de «respaldo social», tal y como pide la Unesco. Desde por la mañana, hubo comida y bebida, homenajes y un gentío. «No me extraña que seamos candidatos a Patrimonio Mundial, aquí se vive como en ningún sitio», proclamaba un habitual del Palacio de los Ozpina a mediodía.
En el mismo sentido opinaba Juan José Martínez Viñaspre, 'Anemias', que fue nombrado nuevo Caballero de la Comunidad de Herederos de las Reales Salinas de Añana. La makila y la capa se la pusieron entre el diputado general, Javier de Andrés, el alcalde de la localidad, Juan Carlos Medina, el presidente de la asociación de salineros Gatzagak, Valentín Angulo, y el director de la Fundación Valle Salado, Roberto López de Eguílaz. «A 'Anemias' le reconocemos su aportación y su entrega a la sal que elaboramos, él la utiliza y la difunde... con lo que es perfecto», explicaba Angulo. «Había que dárselo, además, porque los salineros siempre nombrábamos Caballero, en el pasado, a un hombre bueno. Y él lo es».
Se representó también la «labor más ingrata» que los profesionales de este mineral debían realizar antaño. El entroje. Que no era otra cosa que «trasladar la sal del Valle a los almacenes». Claro que ayer tuvieron ayuda. «Hemos recibido a la Cabaña Real de Carreteros, que han venido a pie desde Espejo», explicaba Angulo. Uno de los encargados de esta hermandad que llevó a 40 de sus miembros hasta Salinas -la marcha comenzó en Poza de Sal (Burgos) la semana pasada-, Antonio Martín, explicaba que «los Carreteros, que trabajaban para los Reyes Católicos antes del año 1.500, transportaban todo tipo de productos por España, con bueyes y carros». Uno de esos productos era la sal, «aunque entonces, al igual que la lana, la sal era como la gasolina hoy en día de cara», sostiene Martín.
La jornada la presidieron las dos cajas de documentación que se enviarán al Gobierno vasco este lunes para la candidatura a Paisaje Cultural. El Ejecutivo enviará el expediente al Ministerio de Cultura, que lo remitirá a la sede de la Unesco en París. El análisis se elaborará en dos fases, la primera hasta mediados de 2013 y la segunda hasta 2014. Entonces se sabrá si el Valle Salado obtiene el reconocimiento.
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