Pedaladas de cultura y paz

Una decena de ciclistas alemanes y guerniqueses recorren estos días varias localidades vascas bombardeadas por la Legión Cóndor y la aviación italiana hace 75 años con el fin de conocer la realidad de estas poblaciones y explorar similitudes y diferencias en sus culturas. Deberán afrontar alrededor de trescientos kilómetros desde la villa foral a lo largo de dos etapas. La marcha arrancó ayer en el Árbol de Gernika, símbolo de las libertades vascas para luego continuar hacía Otxandio, Legutiano y Durango. Hoy viernes culminará el periplo que discurrirá por Montecalvo Elorrio, Elgeta, Ermua y Eibar. Por la tarde, arribarán a Markina para regresar de nuevo a Gernika, al rededor de las 19.00 horas.

La iniciativa, además de conmemorar el 75 aniversario del bombardeo de la villa foral, constituye una «experiencia única» para, a través del deporte, reflexionar sobre los valores de paz y convivencia. «En los lugares por lo que pasemos hablaremos con los residentes, conoceremos a través de los supervivientes cómo recuerdan sus respectivas tragedias y entablaremos lazos de amistad», aseguró Andreas Schaefter, miembro de Gernika Gogoratuz, entidad que junto a la sociedad ciclista Gernikesa, organiza el evento.

Un cuadro en la localidad

En cada uno de esos municipios, además, uno de los integrantes de este pequeño pelotón, Roland Ruisz, pintará un cuadro y la colección resultante se expondrá en septiembre en la Casa de Cultura de Gernika. Asimismo, el ciclista y platero Achim Heinkel plasmará su hazaña en una figura de plata que también formará parte de la muestra. «Esta expedición será como un reconocimiento hacia otras localidades que sufrieron el terror de las bombas, pero que han tenido menos 'eco' en la sociedad que el bombardeo de Gernika», justificó Schaefter.

La experiencia es una continuación de la marcha realizada hace tres años cuando una decena de corredores alemanes y gerniqueses partieron desde Pforzheim en dirección a la villa foral. La primera iniciativa de estas características data de 1988, época en la que un grupo de jóvenes realizaron el mismo trayecto en un gesto de apoyo a la firma del hermanamiento de ambas localidades. «Es un viaje maravilloso porque nos une aún más, a pesar de las dificultades del idioma. Combinamos nuestra pasión que es el ciclismo con un compromiso por la paz», afirmó Roland Ruisz.

La expedición recogerá todas sus vivencias a lo largo de los quince municipios señalados en su ruta para plasmarlas en una película que se emitirá en Alemania. «Recogeremos testimonios sobre el bombardeo para que tanto vascos como alemanes no olviden lo que sucedió», reconocieron.