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JESÚS J. HERNÁNDEZ jhernandez@elcorreo.com
Miércoles, 13 de junio 2012, 21:39
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Es raro que a Don Celes le salgan las cosas bien. El lunes le desvalijaron la caja fuerte y los ladrones se molestaron en actualizarle el gráfico de beneficios con una línea vertical que caía hasta el suelo. Qué falta de tacto. Ayer mismo, no empezó mejor. Se encontró una caña y no dudó en usarla en una zona donde estaba prohibida la pesca. Multa al canto. Un mal comienzo aunque, más tarde, la jornada mejoró. Su autor, el dibujante y periodista de EL CORREO Luis Olmo recibió la llamada del alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, para decirle que ambos, creador y personaje, entrarían de la mano en el selecto club de Bilbaínos Ilustres. «Es un honor para los dos y una sorpresa. ¡Cómo iba a imaginar que el alcalde se acordaría de mí!».
El columnista recibió la noticia de su último galardón con la humildad que le caracteriza y lo consideró «un premio a la constancia, o a la paciencia». A punto de convertirse en nonagenario -en agosto- y dispuesto a celebrar en octubre los 67 años de su viñeta más famosa, el periodista reconoció que «para un bilbaíno de toda la vida como yo es el mayor orgullo». Azkuna trasladó ayer la propuesta con su nombre a la Junta de Portavoces, que incluye también el reconocimiento a la labor de la Escuela de Estudios Empresariales de Bilbao, las Siervas de Jesús de la Caridad, la ABAO, los txikiteros del Casco Viejo y la multinacional Idom.
Olmo y Don Celes
Corría el mes de octubre de 1945 cuando Olmo se sentó por primera vez en su mesa a dibujar una viñeta para 'La Gaceta del Norte'. Entonces «ni soñaba» con ganar premios y se hubiera conformado con «verlas publicadas, aunque fuera gratis». Desde entonces ha trazado 21.465 tiras. Aunque «serán algunas más», porque empezó tarde la contabilización y porque guarda en un cajón una reserva que podría durar un año «cuando yo ya no esté». Sin él, faltaría algo en la última página de EL CORREO, diario donde habita desde hace más de cuatro décadas y que también fue galardonado con el mismo premio durante la celebración de su centenario, en 2010. «Todavía tengo correa -apunta el dibujante-. Y, si Dios quiere, espero seguir dando la lata a los bilbaínos unos años más».
Siervas de Jesús de la Caridad
Fundado en 1871 por la vitoriana María Josefa Sancho de Guerra, el Instituto de las Siervas de Jesús de la Caridad se creó en Bilbao bajo el lema «amor y sacrificio» y tenía la intención de proporcionar «atención y cariño» a los enfermos, ancianos y niños. Abrieron su primera casa en la calle Esperanza, pero a la muerte de su fundadora, en 1912, ya sumaban 43 y superaban el millar de religiosas. Hoy en día tienen presencia en 16 países, cuentan con un centenar de domicilios por todo el mundo y mantienen su sede principal en la bilbaína calle La Naja.
Escuela de Empresariales
La instrucción mercantil se convirtió en una necesidad desde finales del siglo XVII. En el año 1800, el Consulado de Bilbao decidió promover estas enseñanzas entre los comerciantes de la villa. Ese es el origen de la Escuela Universitaria de Estudios Empresariales de Bilbao, conocida coloquialmente como 'Elcano'. En 1818 la villa se convertiría en la primera población de España y la octava ciudad europea en crear una escuela de este tipo. Sólo consta que se habían levantado con anterioridad las de San Petersburgo, Trieste, Hamburgo, Moscú, Odessa, Danzig y Estrasburgo. En una primera etapa, las clases se impartieron en los pisos superiores de la Casa del Ayuntamiento, junto a la Iglesia de San Antón. Y ya en 1927 se inauguró el actual edificio, que está integrado en la Universidad del País Vasco.
ABAO
Una asociación sin ánimo de lucro, reconocida como Entidad de Utilidad Pública en 1983 y fundada treinta años antes por un grupo de melómanos bilbaínos con el objetivo de difundir «el arte lírico en general y la ópera en particular». Así se define la ABAO-OLBE -Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera-, que cuenta con 6.500 socios y reúne a 70.000 espectadores para una temporada con más de 500 representaciones. Se autofinancia al 51% -el porcentaje más elevado de los teatros de ópera españoles- y jamás ha suspendido una función.
Txikiteros del Casco Viejo
Son parte del paisaje habitual, dan vida con sus coros a las calles medievales de la villa y, desde 1964, cada 11 de octubre -el día de la Amatxu de Begoña- se reúnen para celebrar su fiesta. Los txikiteros -cuyo nombre proviene de los txikitos o potes, vasos pequeños de vino de culo ancho- inundan con bilbainadas las calles de Somera, Barrencalle, Santa María o Jardines. Ante el «individualismo imperante», apuestan por «una forma de relación basada en el compañerismo y en la asmistad, con grandes beneficios morales para la sociedad, como la solidaridad y la cohesión social».
Idom
Fueron pioneros en prestar servicios independientes de ingeniería en un tiempo en que la mayoría trabajaba a sueldo dentro de grandes empresas industriales. La multinacional bilbaína Idom, que nació en 1957 como una asociación de profesionales, tiene 2.500 empleados repartidos por once países y cuenta con una fuerte presencia en sectores como la ingeniería industrial y civil, la arquitectura, el medio ambiente, la energía y las telecomunicaciones. La marca figura como la 15ª entre las empresas de arquitectura de España y ocupa el puesto 48º del mundo.
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