Borrar
Pajarracos y pajaritos
CRÍTICA DE CINE

Pajarracos y pajaritos

ANTÓN MERIKAETXEBARRIA

Sábado, 9 de junio 2012, 04:19

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Qué pena de reparto malgastado. Porque el tontorrón enredo que hoy les comento, centrado en los rifirrafes de tres sujetos pertenecientes a distintas generaciones de ornitólogos metidos en un sinfín de situaciones caricaturescas, está interpretado por comediantes de probada eficacia, pero que en esta ocasión carecen de la chispa necesaria para provocar el regocijo del gran público. Además, la excelsa Anjelica Huston, la joven promesa Rosamund Pike y el veterano Brian Dennehy completan un 'casting' que merecía una resolución de superior calidad. Por desgracia, el gozo en un pozo, porque la comedia de David Frankel se diluye en situaciones carentes de entidad.

El continuo cambio de escenarios, las componendas a las que deben hacer frente los protagonistas, el sentido del humor, casi siempre más verbal que visual, así como la poca originalidad de su planteamiento argumental, hacen de 'El gran año' el gran fiasco. Y eso que algunas de sus premisas, como la tan traída y llevada competitividad o la constatación de que vivimos en un mundo amenazado por la competencia, permitía adivinar una crítica socarrona sobre las empresas imposibles o el ahora tan en boga endeudamiento.

Nada de todo eso ofrece la película, que debería haber tenido en cuenta aquel sabio consejo del filósofo y geómetra griego Tales de Mileto, hoy de rabiosa actualidad, cuando hace siglos ya nos advertía: «No te endeudes, porque los endeudamientos terminan en catástrofe». Puestas así las cosas, la buena o mala marcha del producto que hoy nos ocupa queda confiada a la vis cómica de sus intérpretes. Pero el voluntarioso Owen Wilson, el curtido en mil batallas Steven Martin y el histriónico Jack Black no pasan de ser figuras paródicas en un desfile de escenas que nunca alcanzan la exigible comicidad. Con semejantes mimbres, con tan trillado esquema argumental y dado su carácter de enredo facilón, no es difícil prever las peripecias que se van a suceder con monótona insistencia.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios