El Consistorio y el Gobierno vasco rellenarán el socavón de Uribarri

El Ayuntamiento de Bilbao y el Departamento de Transportes del Gobierno vasco llegaron ayer a un acuerdo para resolver de manera «inmediata» el problema generado en Uribarri por la aparición de un socavón de profundidad y proporciones considerables. Ambas instituciones han pactado rellenar el desplome con tierras para evitar cualquier tipo de riesgo para la población.

El arreglo es por ahora un parche. En principio, no hay vocación de que sea la solución definitiva, ya que los técnicos municipales, en coordinación con los del Ejecutivo autonómico, van a seguir trabajando para conocer los motivos reales de un hundimiento que no parece, al menos de momento, tener relación con las cercanas obras del metro. En este sentido, no se descarta que a medio plazo haya que realizar nuevas actuaciones para dar carpetazo al asunto.

Cerca de una guardería

Las obras se van a afrontar de manera «inmediata», según afirmaron fuentes cercanas a Euskal Trenbide Sarea (ETS), la sociedad pública dependiente de la Consejería de Transportes. El relleno será ejecutado por esta entidad. ETS cuenta con acopios importantes de tierras almacenadas en el parque Etxebarria. Los materiales proceden de la excavación de la Línea 3 del metro, que unirá los barrios altos de Bilbao (Txurdinaga, Otxarkoaga y Uribarri) con la red del suburbano.

Localizado en una campa de la zona de Panera, a escasos metros de un edificio de viviendas y unas instalaciones deportivas, el socavón permanece vallado por los Bomberos y la Policía Municipal de Bilbao desde hace más de un mes. Su aparición ha generado alarma en las últimas semanas entre los vecinos de Uribarri. La preocupación se centra sobre todo en el hecho de que el entorno suele ser muy frecuentado por niños. Hay una parada de autobuses escolares a pocos metros, así como una guardería y un área de juegos, como recuerda un residente.

Aunque está en fase de estudio, los problemas en la zona podrían ser más complejos que el mero relleno del agujero. El suburbano pasa cerca de la vertical, a unos 7 u 8 metros de distancia y 24 de profundidad. Y, por encima, existen galerías inundadas y varios túneles, vestigios del pasado minero e industrial de Bilbao.